lunes, 1 de febrero de 2016

Siempre nos quedará el rodillo...

15 días de lesión de cadera, como los abuelos... pero con 42 años... No sé que historia en la parte superior del fémur que me ha dejado fuera de los entrenos, ¿bursitis de cadera? Cualquiera sabe...

Tras 10 días sin correr, solo pude hacer 5 kms antes de retirarme dolorido... ¡5 kms!

Invadido por esa sensación que nos da a los corredores de estar perdiendo a pasos agigantados una forma física que en realidad nunca hemos tenido, he probado con...¿el rodillo? Pues sí, a pesar de las indicaciones de diferentes páginas web sobre la bursitis, siguiendo la máxima de no creer lo que no te apetece... y animado por mi mujer he decidido probar.

¡50 minutos de rodillo y la cadera sin dar problemas! Expectacular, y es que en estos casos desesperados.., ¡siempre nos quedará el rodillo!


El tiempo dirá si ha sido un acierto (y seguro que en no mucho tiempo)

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Vuelta al cole, o más bien a los entrenos


Ya estamos en septiembre y arranca otro año más con la planificación de entrenamientos. Aunque no he dejado de correr y montar en bici durante el verano (de hecho creo que he montado más en bici que en el resto del año) lo cierto es que todas las carreras y entrenos han sido sin la regularidad de un plan diario. Con ello me refiero a plasmado en ese Excel que te persigue sin piedad si decides saltarte el plan uno o dos días. Quien lo haga así sabe cómo martiriza ver esas celdas de “Entreno previsto” rellenas y las de la columna de al lado con “Entreno realizado” vacías. ¿Por qué será si, como siempre digo, no me pagan por ello?

Aún tengo pendiente seleccionar la próxima carrera objetivo, pero por ahora comienzo con el plan de entrenamiento para una media maratón. Ya sé que no parece demasiado bien planificado, pero por ahora no encuentro carreras que me motiven… ¿un canicross este año? Puede ser…

Lo único seguro de esta entrada es lo duro, durísimo que vuelve a ser la vida monacal de despertarse a las 6:15 para salir a correr… ¡¡¡e incluso hacer series!!! “Están locos estos romanos…”

Ya veremos, por ahora solo llevo dos días pero la vuelta al trabajo y a los entrenos a horas intempestivas es de una dureza extrema... al menos aún no es invierno…

domingo, 10 de mayo de 2015

Zapatero a tus zapatos... o zapatillas

Este domingo, después de un parón con la bici bastante largo, me armé de valor y me fui con el Club Ciclista Majadahonda a la ruta de la semana... 130 kms con el puerto de Guadarrama (alto del león), puerto de La Lancha y puerto de la Cruz Verde. Y todo por un terreno rompepiernas... La ruta bonita, pero para ir en moto.

Aprovechando mi entrenamiento para la Media Maratón me apunto a lo suicida, y es que este año la bici la he cogido más en brazos que para montar en ella.

Salimos de Villalba y ascendemos el alto del león. Puerto con rampas duras y de arranque. Cuando llevas 15 kms de ruta ya te ves jodido y aún quedan 115... muy inteligente tampoco parece. Aún así subo bastante bien, peso poco y tengo piernas y pulmones de mi entreno de running. Subo con precaución porque sé que lo que precisamente me falta en bici es fondo.

La aproximación al puerto de La Lancha es una carretera preciosa (nuevamente para la moto) con poco tráfico pero con muchos toboganes. Hoy va a tocar sufrir. Además en mi cabeza tengo a mi tío del mazo particular (Robledo de Chavela). La ruta pasa por allí, y recuerdo esa zona muy jodida.

Subimos La Lancha y  por ahora todo bien. Las piernas siguen en su sitio. Parada de rigor (sobre el km 60 de ruta) y a seguir.

A medida de nos acercamos a Robledo de Chavela voy notando las piernas cargadas. Se están poniendo cuadradas a pasos agigantados. No sé que tiene ese pueblo, pero para mí es como Mordor... me voy acercando y las piernas se bloquean... seguro que no es el pueblo sino mis piernas, pero a mí ya me tiene acojonado: sufrimiento en BTT en la Ruta Imperial, sufrimiento en 2014 en esta misma ruta con la bici de carretera y sufrimiento hoy también...

Antes de llegar a Robledo me empiezo a descolgar del grupo... aviso a mi último compañero que me quedo a tomar algo en una bar. Me queda La Cruz Verde y estoy intentando sacar fuerzas hasta del pelo. Me tomo una coca-cola (normal, nada de light que necesito azúcar o un taxi) y un pincho de tortilla en una terraza, esto me tiene que salvar la ruta. Llevo 93 kms y tengo claro que los últimos 40 me toca hacerlos solo. Además el calor ya aprieta.

Arranco la Cruz Verde con fuerzas renovadas. Pero me dura solo 3 kms. El resto de los 6 kms que tiene el puerto desde Robledo van a ser un calvario. Voy subiendo con casi todo el desarrollo metido (34x25); me da palo meter el 28 en este puerto... el ritmo es penoso y los metros pasan muuuuy lentos.

A falta de 2 kms para la cima decido agotar el último cartucho que he tenido guardado como un tesoro: un gel energético de efecto rápido... si esto no funciona, ya solo queda dejarse morir...

Finalmente llego a la cima y me dejo caer (literal) hacia El Escorial. Como no puede ser de otra forma con la empanada que llevo a esas alturas, me paso bajando y me toca remontar unos cuantos metros más de desnivel y prometo que no estaba para regalar ni un cm.

Luego más de lo mismo, sufriendo como una rata para llegar desde El Escorial a Villalba y alguna grupeta generosa que me anima a agarrarme a su rueda (que mas quisiera yo que poderlo hacer).

Claramente, hoy no ha sido el día de disfrutar de mi querida compañera que tantas satisfacciones me da (sobre todo cuando la guardo en el trastero tras una ruta de este estilo). Es evidente que, como todo, para poder hacer esto con garantías, hacen falta más kms... y no de running. Lo dicho, zapatero a tus zapatos...

viernes, 10 de abril de 2015

GoPro; prueba de carrera con arnés de pecho

Después de la prueba de la bicicleta, me quedaba la correr con el arnés. Es un tanto friki, más bien es muy friki... pero es un buen invento para grabar la San Silvestre o carreras de este tipo.

En próximas ocasiones intentaré apuntar la cámara un poco más arriba, a ver si consigo esquivar las manos pero sin que lo único que se grabe sea el cielo(que incómodo ver subir y bajar los brazos todo el rato en el vídeo), hay que buscar el punto medio.

Para que os hagáis una idea, aunque parezca un paseo de abuelo el ritmo de la carrera es de 4:20 min/km. Supongo que a un ritmo más lento la grabación será más estable y, por el contrario si nos vamos a lo salvaje por debajo de 4:00 min/km se moverá como una coctelera...


domingo, 29 de marzo de 2015

Medio Maratón de Madrid 2015

Un minuto menos que en 2013... (1h 22m 35s) puede parecer poco, pero tened por seguro que cada minuto menos hay que lucharlo como si fuera una hora. Ahora tirado en el sofá y después de haber recuperado, la cabeza se me va a pensar que si hubiera apretado un poco más podría haber hecho por debajo de 1h 22m, pero esta mañana subiendo por la calle Alfonso XIII no me daban más las piernas; ese kilómetro se me fue a 4:10, y gracias...

Antes de la salida, con mis liebres del último kilómetro
A pesar de salir del segundo cajón, el primer kilómetro no se pudo correr bien, pero a partir de ahí, lo que dieran las piernas. Típica marcha incómoda por debajo de 4 min/km que no te deja pensar en otra cosa que no sea dar zancadas y... que se acabe eso pronto.

Km 2 y me adelanta el globo de 1h20m. No pretendo seguirlo porque tengo claro que ese no es mi ritmo; el objetivo es bajar de 1h23m, y la experiencia me demuestra que cebarse cuando las piernas van bien, termina en tragedia. No obstante paso bastantes kms detrás, hasta que lo pierdo de vista sobre el km 10.

Sobre el km 6 me adelanta un colega del club de atletismo de mis hijos (Poetas). Va como un tiro y me quedo detrás de él unos 3 kms, pero nuevamente ese no es mi ritmo...

Como siempre, no tomo agua en los avituallamientos, en una media es más la molestia de beber en carrera que la necesidad de agua.

Sobre el km 14 nueva cuesta salvaje... joder que sufrimiento. El ritmo es bueno y me anima pensar que bajar de 1h23m está al alcance. Km 16 y paso al lado del Retiro. Mi mujer y los niños están allí para animarme. Voy petado y me quedan 5 kms.

El ritmo está por debajo de mi objetivo, pero la cuesta de Alfonso XIII me tiene acojonado. La he subido varias veces en alguna carrera y no me quito de la cabeza esa calle... La subida se me hace insoportable, llevo las piernas cuadradas, pero gracias a Dios termina... más tarde de lo que me gustaría, pero termina.

A falta de un km me esperan los críos vestidos de runners. Este último km lo harán conmigo. El ritmo es fuerte, por debajo de 4 min/km, pero los niños van como un tiro y la animación del público les ayuda. Menudas liebres que me he buscado para los próximos años!!!

Finalmente 1h 22m 35s, a 3:54 min/km, y ya pensando en si en la siguiente ocasión será posible bajar la marca un poco... quien sabe.

martes, 10 de marzo de 2015

10 kms rápidos (y II)

A la segunda fue la vencida. Hace un par de semanas me lamentaba de no haber podido bajar de 38 minutos en mi entreno de 10k; este fin de semana pasado he conseguido resarcirme.

Como en el intento anterior me cebé demasiado en los primeros kms hasta que me visitó el tío del mazo, esta vez decidí arrancar a ritmo sub 38 desde el principio, pero sin acelerarme.

La táctica funcionó y evitó una pájara de libro. Parciales por km:
  1. 3:43
  2. 3:46
  3. 3:45
  4. 3:41
  5. 3:50
  6. 3:43
  7. 3:53
  8. 3:50
  9. 3:48
  10. 3:47
Finalmente 37'42" a 3:47 min/km. Prueba superada!!

viernes, 20 de febrero de 2015

10 kms rápidos (I)

Dentro del plan de entrenamiento para la media maratón tengo un par de días de entreno de 10 kms en modo competición... Hoy primero de estos entrenamientos y sensaciones regulares... quiero decir malas.

Quizás la arrancada ha sido demasiado rápida y ha hecho que los últimos kilómetros se me hayan hecho eternos y que el ritmo haya caído en picado, o quizás porque sobre el kilómetro 5 me ha pegado flato (¿por correr después de comer, aunque han pasado dos horas y media, cuando estoy acostumbrado a correr por la mañana?), o quizás... no sé ya no se me ocurren más excusas estúpidas para justificarlo...

Aquí dejo la tabla de ritmo por kilómetro... lo dicho caída en picado:

  1. 3:37
  2. 3:43
  3. 3:40
  4. 3:50 (empieza la decadencia...)
  5. 3:51
  6. 3:55
  7. 3:54 (parece que aguanto...)
  8. 4:05 (visita del tío del mazo...)
  9. 4:05 (más tío del mazo)
  10. 4:03
Al final 38:40 para los 10 kms, a 3:52 min/km. Próximo intento dentro de 15 días; intentaré no cebarme en los primeros kilómetros a ver si eso sirve para algo...

lunes, 16 de febrero de 2015

Probando la GoPro Hero 3+

Casi 3 semanas me ha costado poder probar la cámara GoPro que mi mujer me regaló por mi cumpleaños. Entre compromisos familiares, mi "querida" espalda que me está matando últimamente y el invierno, me ha costado todo ese tiempo poder prácticamente sacarla de la caja. Eso sí, he tenido tiempo para consultar en Internet diferentes opciones de colocación y me he dedicado el sábado por la mañana ha probar varias de ellas con mi bicicleta de montaña.

Aquí os dejo algunas muestras de vídeos desde diferentes posiciones. No esperéis nada espectacular pues están grabadas por la Casa de Campo de Madrid y no soy de los que se lanzan por cuestas salvajes (mi edad, mi poca destreza con la bicicleta y mi arraigado instinto de supervivencia, me lo impiden) pero sí que os pueden dar una idea de cuál es la mejor posición dependiendo de imágenes que queráis grabar o ver si el movimiento de la cámara es excesivo dependiendo de dónde esté colocada o del tipo de terreno por donde os mováis.

Por cierto el primero de los vídeos tiene una sorpresa curiosa...

Con arnés de pecho

Efectivamente... es ¡un jabalí en la Casa de Campo!


Con arnés de pecho, lo más pegada posible al cuerpo.

Con arnés de pecho. Levantada. Es posible levantarla aún mucho más.

Particularmente, de las grabaciones del arnés de pecho, esta última es la que más me gusta.


Sujeta en el manillar, boca abajo (por eso veis los cables del freno y cambio)

Aunque en algunos sitios he leído que en el manillar se mueve excesivamente y que la grabación es un tanto "nerviosa", a mí tampoco me parece excesivo. Quizá sea por el terreno.

En la tija del sillín. Mirando hacia atrás.

viernes, 2 de enero de 2015

San Silvestre Vallecana 2014

Y otro año mas!!! Lo de la San Silvestre empieza a ser casi tan típico como las 12 uvas... Este año con nuevos retos por delante:

  • Hay que mantener la pulsera de menos de 52 minutos. En 2013 fueron 48 minutos pero el nivel de entrenamiento en 2014 es mucho menor y ha aparecido algún kilo más que en 2013 que puede marcar la diferencia.
  • Los últimos 1.500 metros he quedado con mi mujer y con los niños para correr con ellos hasta la meta. El reto es que no se caigan y los pisemos los runners (en formato manada de ñus) que corremos en la San Silvestre, ni que se pierdan.

Quedamos a las 17:00 al lado del Bernabeu; nuestra oleada sale a las 17:30. Allí estamos los 4 hermanos, mi sufrida mujer, mis ilusionados hijos y mis también sufridos padres. Foto de rigor para inmortalizar este momento y hacia la salida.

Miguel, Javi y Ana, yo, Javier y Nacho. A darlo todo.

Nos metemos en nuestro cajón de salida. La pulsera "superdiversión" nos da acceso al cajón "élite" de menos de 50 minutos... Hay de todo, runners de nuestro perfil, otros más en forma y otros claramente pasados de peso y por ende con otro tipo de perfil... 50 minutos en un 10.000 no parece marca mínima para las olimpiadas, pero hay mucha gente en este cajón que no lo hace ni en bicicleta... bueno da lo mismo, hemos venido a divertirnos.

Como siempre, buen ambiente y pistoletazo de salida. También como siempre vemos una marea de corredores subiendo por la cuesta de Concha Espina y nosotros aún no nos movemos; es una constante de todos los años, el año que no sea así no será la San Silvestre. Nos acercamos trotando o más bien andando a la línea de salida, música a todo volumen y pantalla gigante para dar ambiente... somos "élite" y se nota en el ritmo de arranque: primer km a 5:30... aún así vamos adelantando gente... ¿de verdad somos todos de menos de 52?

Hay que reconocerlo, esta primera oleada pierde el encanto de la San Silvestre por la noche... hay buen ambiente pero no es lo mismo. La Sansil siempre debería ser nocturna.

Nos adelanta el globo de 50'. Lo lleva un tío que va sobrado, le dejamos marchar... ya se la devolveremos si podemos...

El segundo y tercer km mejora y podemos hacerlos a 4:40 min/km. No sé que pasa pero este año se corre peor que en 2013. Hay mucha gente y ni por las aceras se puede correr. No se debe ir por la acera pero es que la carretera no admite ni un corredor más. Todo el tiempo avisando para que nadie se golpee con un bolardo, saltando entre los alcorques de los árboles y esquivando los bancos... y eso que la carrera de Navidad de Cercedilla me parecía técnica, joder esto parece uno de esos programas tipo "splatalot".

Llegando al Paseo de la Castellana decidimos "darlo todo" y aumentar el ritmo dentro de lo que nuestra "poderosa zancada" nos lo permite. Peligra la pulsera de 52 minutos para el año que viene. Nos lanzamos Castellana abajo a 4:45 min/km e incluso 4:30. Si las piernas aguantan, mantenemos la pulsera fijo.

Pasado Atocha, adelantamos al globo de 50'. Pequeña victoria. Esperemos no tener que volver a grabarle.

Llegando al Puente de Vallecas, Nacho, el veterano del grupo empieza a dar síntomas de cansancio. Casi 42 años y los últimos 8 meses no ha debido acumular más de 50 kms de entrenamiento. Teniendo en cuenta esas premisas, haber llegado hasta aquí es casi heroico. Javier aguanta, pero tampoco parece que tenga ganas de hacer un cambio de ritmo final... Se habla poco.

Se acerca el kilómetro 8 y la pulsera está casi asegurada, muy mal se tiene que dar. Llevamos unos 38 minutos de carrera.

Me adelanto a buscar a mis hijos. Están emocionados y saltan a la marea de corredores como caballos desbocados. Hay que ir con mil ojos para no perderlos ni un momento y evitar que se caigan o tiren a alguien. Dejo de ver a Javier y Nacho, se han quedado atrás pero bastante tengo con los niños... gracias a Dios, Miguel va sobrado este año y entre los dos es fácil controlar que no los pisen... Además la gente pone extremo cuidado con ellos y se dedica a animarlos.

El ritmo es de unos 5:00 min/km. Los niños van encantados y tienen piernas para ir más rápido, pero la gente no nos da para más. Últimos 400 metros, Ana protesta un poco; tiene algo de flato y es que no puede callar ni en carrera. Javi sin embargo habla poco, se concentra más en la carrera.

Línea de llegada y reto conseguido, 49 minutos 38 segundos. Miguel 2 segundos menos, ha tenido que salir a por mi hijo Javi, que ha "atacado" llegando a meta. Los niños han llegado muy bien, incluso el año que viene piden más distancia!!!

Ana celebrando la llegada.

Lo dicho, Javi pura concentración.

Miguelito con los sobrinos. Haciendo de liebre/canguro...

17 segundos después llegan Nacho y Javi. Como buenos veteranos han sabido dosificar... pero el relevo generacional parece que llega pronto...

Y finalmente... ¿pensabais que no iba ha haber vídeo tipo "Bruja de Blair"? Eso es porque no me conocéis...




miércoles, 24 de diciembre de 2014

XI Carrera de Navidad de Cercedilla

Allí estamos, para no perder la costumbre, en la Carrera de Navidad de Cercedilla. Este año con cierta pereza los días antes, pero una vez en la posición de salida me empiezo a animar. Lo bueno de esta carrera es que como cada año cambia de recorrido, y por tanto de dureza y distancia (entre 12 y 14 kms), no salgo obsesionado con mejorar la marca, simplemente porque no son comparables. Para los cansinos del cronómetro como es mi caso, es una relajación...

Colocado para salir, en la zona delantera... ¿o no?
Me coloco en las posiciones delanteras, aunque no del todo para poder correr bien y dejar correr. Hay unos 2.500 inscritos de todo tipo por lo que intento posicionarme en algún sitio que calculo se ajuste a mi ritmo.

Cuenta atrás de todos los años, 10, 9, 8, ... salida!!! Los primeros 200 metros aún hay bastante gente y aunque se puede correr hay que tener cuidado para no tropezar. Voy adelantando a gente, ¿pero cuanta peña cabe en ese trozo desde mi posición de salida hasta el arco? Procuro no cebarme con el ritmo; mi preparación para este tipo de carreras no es la ideal, y paso de morir en el intento. Primer kilómetro a 3:49 favorecido por un perfil ligeramente favorable.

Sobre el kilómetro 1.5 aún dentro del pueblo de Cercedilla, viene una cuesta infernal (como otros años). La tomo con calma, pero aún así tengo el corazón que se sale por la boca. Por lo visto no soy el único, veo al tío del mazo repartiendo a tope y rebajamos todos mucho el ritmo. Bueno, supongo que todos no, porque los primero deben ir a toda hostia (perdón por los tacos, pero ese ritmo solo lo definen las palabras "a toda hostia"). Llevamos menos de 2 kms y hay que plantearse si este ritmo es sostenible.

Estamos avisados que hasta casi el kilómetro 9 la carrera es en ascenso. Hay que preparar la cabeza para ello, y si se puede también las piernas... Vamos ascendiendo por pista forestal y en algún punto que no recuerdo cual, porque durante la carrera la cabeza  no me da más que para respirar y pestañear, tomamos un trozo de calzada romana.

Durante la subida de vez en cuando se abandona la pista y se sube por unas rampas en las que algunos deciden andar. Sigo "corriendo" (las comillas están a propósito), y el ritmo es tan "frenético" en esas cuestas que el GPS interpreta en algún momento que estoy parado!!! Joder, que depresión y eso que lo voy dando todo. Aún así ese trote cochinero me permite ganar alguna posición. En una de esas cuestas me pasa la que a la postre es la segunda mujer en la clasificación de mujeres; una máquina. No sé si es la experiencia o que las piernas no dan para más, pero no hago ni el amago de intentar seguirla... sabia decisión...

Miro el GPS constantemente, no pasan los puñeteros kilómetros. Aquí uso la palabra puñeteros, pero en carrera usé otra más dura... Alguien pregunta que cuanto queda para llegar arriba, 1 kilómetro más o menos. Joder que tío más duro, y que moral; yo necesito tener claro cuanto me queda de "disfrute" antes de la bajada.

Llegamos al punto más alto del recorrido. El ritmo medio no es bueno; a 5:03 min/km. Las cuestas me han matado el ritmo, las piernas y casi a mí... Pero quedan 5 kms de bajada a tumba abierta hasta la meta...

Mi gozo en un pozo... en los kilómetros 10 y 11 la bajada no es cómoda, es de las que en mi caso debería hacer con cuerda o mejor en ascensor. Joder que pendiente, con raíces, piedras, barrillo y demás miserias. Comienza, o más bien sigue mi calvario. "Derecha", "izquierda", todo el mundo me pide paso. Parezco un abuelo... "Esto hay que practicarlo", me asegura un corredor que me pasa (no recuerdo si por la "derecha", por la "izquierda" o por encima). Todos los años igual. Procuro simplemente no caerme y más que correr me dedico a intentan frenar las piernas y esquivar una más que probable "hostia" (esta de las de caerse...)

Gracias a Dios la bajada no es pura, porque se intercala con algún llano y rampas de subida en las que recupero alguna posición. Unos kilómetros antes no pensé que echase de menos las subidas... El kilómetro 10, con un perfil favorable (130 metros de descenso en 1000; un -13%) lo hago a 4:40 min/km. Lamentable marca para ser bajando.

Hay suerte, los últimos 3 kilómetros son más cómodos y hay bastantes zonas (sobre todo los dos últimos) donde se puede alargar la zancada (km 12 a 3:56; km 13 a 3:47; y el 14 a 3:35), esto ya es más razonable...

Aún así no hay forma de relajarse... me pisa los talones un tío disfrazado de "la vieja del visillo". Y va a toda hostia. Me paso los últimos 3 kilómetros escuchando a la gente animar a la vieja del visillo, incluso alguien anima "vamos que eres la tercera mujer"... muy bueno si pudiera reírme... Cualquier mente en su sano juicio dirá... ¿y a ti que coño te importa la vieja del visillo? ¿por qué no hay forma de relajarse?... Ese es el tema, "en su sano juicio", y yo no he dicho que muchos estemos en esa situación ;-). Finalmente consigo entrar delante de la vieja del visillo, joder como me ha apretado... que calentón más tonto...

Llegando a meta. De rosa... lo sé ya me ha costado varias coñas...

Al fondo la "vieja del visillo" que me forzó el ritmo...
Tiempo final 1h 06 min 30 seg (a 4:45 min/km). Posición general 75; el 20 de la categoría Veterano A.

Ahora a ver llegar a mis hermanos y demás participantes. 30 minutos después llega mi hermano Miguel. Buena marca, en breve me puede poner en aprietos... Y un par de minutos después Javi y Nacho. Javi ha esprintado aprovechando un despiste de Nacho (que le ha supuesto la "cuchara de madera") y ha picado un segundo... Ya os dije que lo de "su sano juicio" no nos aplica a más de uno...

Miguelito, celebrando su segundo puesto en la clasificación Hernández Redondo

Este despiste le supone a Nacho la "cuchara de madera". Javi ni sale, debió pasar escondido...

De negro, Virgina, otra clásica de Cercedilla.

¿Más viejas del visillo o es que ya estoy obsesionado?

Merecido descanso de estos runners.
Una vez acabados los adultos, las carreras "no competitivas" de los niños. Mi sobrina Sofía, corre primero. Claramente ella sí ha pillado el concepto de "no competitiva". Llega tranquilamente, disfrutando de esos 100 0 150 metros de carrera. Luego Javi; para estos si es competitiva... Salen volando porque es una vuelta a una manzana, ¿serán unos 350 metros?, más o menos. Llega el primero. Lo sé, no es competitiva, pero para los críos es como ganar el campeonato de España. Ahora Ana; también competitiva, no hay más que ver la tensión en la salida y las ganas de colocarse bien. Salen también volando; una vuelta a la manzana. Llega también la primera. Otra vez el padre ha vuelta a ser el más flojo... :-)

Mi hijo Javier. A tope.

Mi hija Ana. También a tope.

Javi, Ana y Sofía. Merecido podio.
Eso sí, el año que viene más, si las piernas nos lo permiten.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Cross de la Dehesa de la Villa 2014

Ya metidos en diciembre y se acumulan las carreras. Soy de poco prodigarme en ellas, pero en diciembre soy un fijo de la Carrera de Navidad de Cercedilla (solo de pensar en sus "queridas" cuestas casi me arrepiento de haberme apuntado) y de la San Silvestre Vallecana (esa para disfrutar de un ritmo agradable en familia). Sin embargo este año para variar me han liado, tampoco ha hecho falta mucho, para apuntarme al cross de la Dehesa de la Villa, en Madrid, que organiza el club de atletismo AD Poetas al que están apuntados mis hijos. Desde chupetines a veteranos, categoría en la que para mi desgracia y casi sin darme cuenta ya he caído encasillado...

Todo la mañana cayendo agua, que añadida a la noche ha dejado el circuito embarrado y muy resbaladizo.

Sobre las 11 horas salen los alevines femenino. Ana está en esa categoría, nerviosa como siempre. 1.300 metros de terreno embarrado. Cuando la vemos aparecer está peleando por quedar entre las ocho primeras para llevarse un medalla a casa... la gritamos para animarla y consigue entrar en el séptimo puesto. Como siempre, termina la carrera llorando del esfuerzo... pero contenta, como siempre; bueno un poco más que siempre que hoy... toca medalla!!!

Echando el resto antes de entrar a la recta final.

Celebrando las medallas, copas y el premio por equipos a AD Poetas.

La siguiente categoría, benjamines masculino. Javi está en esa categoría, Dios que estrés, de un lado para otro!!! Salen como locos. Por delante 900 metros embarrados pero estos no saben lo que significa dosificar. Al rato aparece Javi subiendo la última cuesta en primera posición pero le pisan los talones. Toca sprint en la recta final... gritamos para animarle, pero las piernas no le dan para mucho más. Segunda posición!!! Más de lo que esperábamos, así que todos contentos.

Casi pegado a las vallas con el dorsal 573. Salida a tope.

Primer segundo puesto. Tan contento.



Los niños han puesto el listón muy alto... gracias a Dios que lo mío ya está superado y que no me pagan por ésto porque la cosa estaría jodida... Nos tocan 6.000 metros. Tres vueltas a un circuito de 2.000 metros lleno de barro y con mucha cuesta. A sufrir tocan.

La salida rápida, no puede ser de otra forma porque son "solo" 6.000 metros. A los 500 metros miro el GPS, esto tiene pinta de hacerse largo... El circuito tiene un par de curvas con mucho barro que hay que tomar casi andando para no caerse. Muchas cuestas y un ritmo "vivo", vaya mañana de actividad para "disfrutar". Tras la primera vuelta se estabilizan las posiciones, la carrera ya nos ha puesto a cada uno más o menos en nuestro sitio. Paso por la zona de meta y pongo mi mejor cara, los niños y Cristina animan con una moral a prueba de bombas.

Otra vuelta y nuevamente buena cara. Voy petado, pero que no se note... Tras tres vueltas acaba este "infierno" al que nadie nos empuja y al que nos tiramos en cuanto se abren las inscripciones... 23 minutos y 11 segundos para hacer los 6.000 embarrados metros y pensando ya en el cross de 2015... si es que no tenemos remedio!!!

¿Clasificación del padre...? Ni idea, del montón; si no, ¿por qué llamaría así a este blog?

Si no fuera porque me conozco... parece que hay hasta velocidad :-)

Con el dorsal 618. "Chupando rueda" descaradamente...


domingo, 2 de noviembre de 2014

Nike Futurun 2

Después de 1.300 kms con mis Nike Pegasus 29, decido jubliarlas y comprar unas nuevas... Después de ver varias opciones me acerco al Nike factory que hay cerca de Madrid (en Las Rozas) para comprar otras Nike porque lo cierto es que últimamente son las que utilizo y me van bastante bien.

Como este 2014 ha salido el modelo 31 de Pegasus, voy buscando el 30 de 2013 que estará más barato; pagar mas de 100 euros por unas zapatillas me duele en el alma. ¿Realmente el avance es tanto como para que unas zapatillas cuesten 120 euros?

Cual no será mi decepción cuando veo que solo están las Pegasus 30 con un modelo tipo camuflaje y a un precio que me sigue pareciendo excesivo. Miro diferentes modelos y mi subconsciente rata me lleva hacia los modelos más baratos. Paso de preguntar a ningún dependiente porque sé de sobra que cuando diga que hago más de 50 kms semanales me van a mandar a los modelos caros... nos ha jodido, para eso no hace falta saber mucho. Lo que quiero es algo barato, para hacer 50 kms semanales y teniendo en cuenta que peso menos de 60 kg. Eso no debe existir.

Finalmente salgo de la tienda con unas Nike Air Fotorun 2, feas como un dolor, de color amarillo fosforito, pero... por 52 euros!!! Seguro que muy buenas no son, pero entiendo que no serán peores que las que usaban en sus tiempos mozos Martín Fiz o Abel Antón, supongo que será como los coches, ¿es peor un Dacia de ahora que un Simca 1200 de hace 20 años? Lo dudo.

Lo dicho, feas como un dolor...
La horma es de las que me gusta, ancha para adaptarse a mi extraña forma de pisar. Tras los primeros metros, me da la sensación de que la amortiguación es menor que en mis antiuas Pegasus, pero razonable para mis 59 kgs. Por lo demás, bastante cómodas, ¿un poco pesadas o es mi sensación? No sé, tendré que buscar en Internet los pesos para no estar mediatizado por el precio.

A los 5 kms de carrera, me cae una granizada de las que hacen afición, pero solo cuando la ves desde casa. La carretera por la que voy corriendo está atravesada de regatos y charcos. 15 minutos de granizada y lluvia tipo "cortina de agua" muestran que las zapatillas impermeables no son... Ahora está claro que el peso que llevo en pies es excesivo, aunque no es achacable a las zapatillas sino al agua que han absorbido.

Finalmente, 10 kms a 4:15 min/km. Buenas sensaciones de las zapatillas a pesar de todo. No sé si porque son buenas o porque la granizada las ha relegado a un segundo plano. En cualquier caso hasta que no pasen muchos kms y las haya probado a conciencia no sabré que tal rendimiento dan; pero es que 52 euros... no es fácil resistirse a ellos.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Los vídeos de mis puertos

Aunque el ciclismo del bueno se ve en televisión o en las cunetas como espectador, a los ciclistas aficionados eso nos pilla muy lejos, pero que muy lejos. Por eso voy a colgar los vídeos de algunos ascensos a ritmo de cicloturista (vamos a un ritmo de los que podemos hacer los seres humanos "normales"), con las sensaciones de la subida, al más puro estilo Perico Puertos, pero con mucha peor calidad (de un móvil bastante malo), peor ritmo (y es que Perico es un fenómeno, el que tuvo retuvo) y con puertos con menos glamour.

Aquí los dejo para el que que tenga un rato tonto y quiera pasarlo viendo esta chorrada, o para la familia que son los únicos que suelen aguantar estoicamente estas cosas. No sé cuantos voy a poder subir ni con qué periodicidad, pero como este verano me ha dado por ahí, aquí se quedan estos tres primeros.

  • Puerto de Tornavacas; por Puerto Castilla (Ávila)

  • Puerto de Umbrías; por Umbrías (Ávila)
  • Puerto del El Tremedal; por El Tremedal (Ávila)


sábado, 23 de agosto de 2014

Entrenamiento en verano

Hasta encontrar una motivación para entrenar con algún fin, me estoy dedicando a cosas varias, carrera continua (sin series, que son muy sufridas) y ciclismo (pocos kilómetros y pocos - o ningún - puerto que también son muy sufridos). Por lo tanto este verano, aunque no estoy parando, tampoco se puede decir que el entreno esté siendo espartano.

Las principales dudas se centran en si volver con el maratón (tras mi retirada en el kilómetro 26 en 2014), hacer alguna media o preparar alguna ruta cicloturista interesante. A favor del maratón, que en 2013 me quedé tan solo a 5 minutos de poder bajar de 3 horas, y en contra el increíble número de kilómetros que hay que hacer de entrenamiento para poder hacer una buena marca (y más en Madrid). Sobre la media la ventaja es que su preparación me llevaría menos kilómetros de entrenamiento, pero bajar mi marca actual y rebajar 1 hora 23 minutos empieza a ser complicado para mi perfil y mis 40 años (que también influyen algo...). Sobre la marcha cicloturista, tengo dudas de si un trabajo de sol a sol permite preparar algo de forma razonable... bueno dudas no tengo, la respuesta es no. Este año ya hice El Soplao en bici de carretera, 230 kilómetros de sufrimiento absurdo, quiero decir absoluto, que si puedo repetir debería ser con muchos (pero en mayúsculas) kilómetros más en las piernas.

Con estas dudas, lo único que hago es mantener la forma lo mejor que puedo, evitando sufrir como una rata. Los entrenamientos han incluido varios 10k y salidas en bici de poco más de 40 kms... no es para hacer un ironman... pero el verano es para descansar, ¿no?

Por cierto... madre mía con el veranito y sus insectos. El otro día en una de las cortas salidas en bici, me entró una abeja en el casco y ni mi recién adquirido pañuelo (en el chino de Barco de Ávila) pudo salvarme de la picadura. Fue ridículo porque noté que entraba un bicho, noté un ligero escozor, y con la tensión empecé a sacudir el casco con lo que me rocé la frente con el velcro que lleva el casco (se habían desplazado las almohadillas) y me hice una herida mayor que si me hubiera atacado el panal entero (bueno no tanto...); si parece ridículo, os digo que hay que verse sabiendo que hay una abeja dándolo todo en vuestra cabeza y tener la sangre fría para parar tranquilamente a quitarla... No obstante, bendito pañuelo que se quedó con la mayor parte de la picadura y con la abeja ahí incrustada, recomiendo a todo el mundo salir con uno en verano; y dicho esto, ¿por qué no hacen los cascos con rejilla interior que proteja de ésto?

sábado, 8 de marzo de 2014

Retos para 2014 (2 meses depués)

Hace unas semanas decidí marcar mis retos para este año: 10000 del Soplao, maratón sub 3h y 10k con Cristina (mi mujer)...

La situación por ahora va regular, el ciclismo tiene un pase, seguramente porque quedan mas meses (además creo que es más fácil eso que lo del sub 3h). Eso sí,  el invierno no ha ayudado demasiado.

Lo del maratón por debajo de las 3 horas está lejos, muuuy lejos. Y es que me estoy convirtiendo en un perro... me dan tanta pereza las tiradas largas que ya no se me ocurren excusas para no hacerlas... y lo de los entrenos diarios a las 6 de la mañana... para que hablar.

Por ahora la tirada más larga ha sido de 24 kms. Con eso no sé que tal irá el maratón porque siempre he hecho tiradas de hasta 32.

Y finalmente, lo del 10k de Cristina... eso si que parece complicado, pero... si no, no sería un reto :-)

sábado, 18 de enero de 2014

Retos para 2014

Como sin reto absurdo a la vista mi fuerza de voluntad es menor y no soy capaz de mantener un ritmo de entreno razonable, ya tengo los dos primeros objetivos para 2014:

  1. Maratón de Madrid 2014. Este año nuevamente a por las tres horas. Si no lo consigo corriendo, el año que viene lo intento en coche, que así ese tiempo me parece más alcanzable... fecha: 27 de abril.
  2. 10000 del Soplao. 225 kms de bicicleta de carretera (por ahora lo más que he completado han sido 100 kms, reto a la vista. Fecha 7 de junio.
Lo del maratón no es nuevo, pero lo de la bici me ha parecido suficientemente absurdo como para apuntarme...

Y como mis marcas ya están cerca de mi límite, he decidido embarcar a mi mujer en otro reto, voy a empezara a correr con ella y nos vamos a preparar un 10K. ¿Qué será más difícil: maratón < 3h, el Soplao o el 10K de mi Cristina? Intentaré ir actualizando para ver si consigo alguno de los retos.

Eso sí, a 18 de enero todos parecen muuuy lejos de conseguirse.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Entrenando con el perro...

Después del verano y viendo que el perro de la familia tiene ya unos 10 meses, decidí bajar con él a correr. De esta forma, y dado que salgo a correr por las mañanas (6 de la mañana), aprovecho y lo sacamos antes de ir a trabajar.

Decido ir con prudencia porque el perro (un cruce entre cocker y pincher enano) solo pesa 7 kilos y entiendo que, siendo rápido, su resistencia es limitada.

El lunes bajo con la correa de paseo extensible (de unos 3 metros) en la mano, y el perro con su correspondiente arnés. Como no puede ser de otra forma el perro sale disparado a toda velocidad (que yo no puedo seguir), por lo que empiezo a correr braceando solo con el brazo izquierdo porque el derecho lo tengo ocupado con la correa tensa (ya no da más de sí) y si intento bracear arrastraría al perro. Los primeros kilómetros se convierten en un infierno, voy a 4:20 min/km sin poder bracear… demasiado para mí. Menos mal que el perro decide hacer sus necesidades un par de veces en el primer kilómetro, con lo que me paro a recogerlo y descanso un ratejo.

Finalmente hago 8 kms a 4:25. Sin bracear… esto no puede ser. El “jodío” perro ha aguantado 8 kms tirando de la correa a 4:25… No está mal.

Martes. Me he comprado un arnés del tipo canicross el día anterior. Me ha costado 24 eurazos pero voy a poder bracear y así evitar el dolor de espalda que ya está empezando a salir. Lo único malo es que la correa que une el arnés con el perro tiene 1,20 metros, así que hay que estar atentos por si el perro decide para a hacer sus necesidades, y evitar pisarlo con la inercia. Como siempre, el perro sale disparado y en los 2 primeros kilómetros para un par de veces a hacer sus necesidades; parada a recogerlo y a seguir… El ritmo nuevamente de 4:20 min/km. Completo 10 kms a ese ritmo. Y el perro sigue tirando…

La correa que va a acabar conmigo...
Miércoles. Cuando me despierto por la mañana y voy a la cocina a por el perro ya me está esperando y me recibe dando saltos… me estoy empezando a acojonar… pensaba que iba a acabar con el perro (al fin y al cabo es un perro pequeño de 7 kilos) pero se está revelando como un rival temible… y además tiene una musculatura en las patas traseras que asusta…

Como no puede ser de otra forma, otros 10 kms a 4:20. Y sigue tirando.

Jueves. Menos mal que el viernes descanso porque tengo las piernas al jerez. Acabo de empezar la temporada y no estoy para estos trotes… Nueva fiesta del perro al verme, este cabronazo quiere acabar conmigo.

Misma tónica que otros días, el perro disparado. Hacemos los 6 primeros kms a 4:20 y decido dar un escarmiento al animal. Acelero el ritmo hasta 3:50 min/km, pero no cede un centímetro. Sin embargo después de un par de kilómetros parece que empieza a ceder y ya no tira tanto de la correa. Es evidente que está llegando al límite… pues no, es simplemente que el animal ha reducido el ritmo (no sé por qué, es lo que tiene el no hablar) y vuelve a la carga. Hacemos los 4 últimos kms a 3:50, con una cuesta de unos 300 metros de subida hasta mi casa incluida…

El cabronazo me tiene asustado. Voy a ver qué tal la semana que viene o si éste fin de semana puedo hacer algún km más por la Casa de Campo a ver qué tal va… aunque intentaré que vaya suelto, porque atado me va a terminar por reventar, y empiezo a sospechar que también lo haría con Mo Farah J

No os dejéis engañar por su aspecto... este el el animal que me tiene acojonado

lunes, 8 de julio de 2013

Ciclismo: Ruta Morcuera y Canencia

Ayer domingo tocó el bautismo en los puertos de montaña con la bicicleta de carretera. Como aproximación a este apasionante mundo del sufrimiento sin razón alguna y en una demostración de que la “tontería humana” no conoce límites, quedé con mi hermano Miguel en subir Morcuera y Canencia. Algo más de 60 kms con 2 puertos de por medio.

La ruta circular parte desde Miraflores de la Sierra, al que llegamos en coche para no quemarnos; hasta ese momento buenas sensaciones en las piernas :-)

Arrancamos la subida a Morcuera con bastante calma, hay que dosificar las fuerzas, porque luego habrá que remontar Canencia. El primer kilómetro al 4% nos permite calentar las piernas. Casi arrancando el puerto nos paramos en una fuente a rellenar nuestros bidones. El ambiente ciclista es brutal, hay más bicis que coches, aunque algunos ciclistas nos pasan a un ritmo que me hace dudar de si efectivamente van sin motor…

Luego el puerto empieza a endurecerse. Los siguientes 4 kilómetros son casi al 7% para dar paso a un kilómetro duro al 9% y acabar con un par de ellos al 7%. Total 9 kms al 6,77%.

El ritmo, como digo tranquilo, nos permite llegar a la cima a una media de unos 10 km/h. Por cierto, muy de agradecer los carteles anunciando cada kilómetro la distancia al puerto y el % del kilómetro siguiente.


Bajada muy rápida al pueblo de Rascafría. Para los que no estamos habituados a ello, verse a 60 km/h encima de esas ruedecillas, en manga corta y con ese casco… algo de inconsciencia si tiene el tema. Si no fuera por mis casi 40 años diría que es una locura de juventud...

Desde Rascafría vamos hacia el pueblo de Canencia, pasando por Lozoya y bordeando el embalse. Ruta bastante cómoda y llana, por una carretera con buen arcén. Bastante más tráfico que en el puerto, pero buena carretera.

La subida al puerto de Canencia por el pueblo de Canencia arranca bastante tendida. Son en total unos 14 kilómetros, si bien duros son realmente los 4 últimos. Los primeros 10 oscilan principalmente entre el 1% y el 3%. En los últimos, destacar alguna rampa al 10%, y un último kilómetro que si bien no tiene mucho % es porque los últimos metros son planos, pero habrá unos 500 metros bastante duros. Total 14 kms al 3,2%.

No me pareció un puerto difícil, pero al llevar ya unos 50 kms, se hace un poco cansado. El rimo de ascensión al puerto, de unos 14 km/h. Igualmente, muy bien indicado cada kilómetro. El entorno natural, espectacular, un asfalto perfecto y muy poco tráfico.


La bajada se hace también bastante rápida, sobre todo al principio que es donde están las mayores pendientes. Esta bajada finaliza en Miraflores de la Sierra, con lo cual, prueba superada y a pensar en la próxima “tontería”.
Mapa de la ruta

Altimetría

domingo, 23 de junio de 2013

Medio maratón de El Escorial 2013

Llegó el día de cerrar la temporada de running. Como otros años, toca hacerlo en la media maratón de San Lorenzo de El Escorial. Una media muy dura con la subida al monte Abantos incluida, que desde el kilómetro 3 al 9 es de subida constante y luego del 13 al 19 es de sube y baja sin parar.

Llevo una preparación razonable; en los últimos días he cambiado carrera a pie por bicicleta. El fin de semana pasado en vez de hacer la tirada de 90 minutos decidí subir con mi hermano desde Madrid a Cercedilla en bicicleta. 80 kms que me ayudaron a relajarme un poco, y es que a estas alturas empiezo a estar saturado de carrera a pie; es bueno alternar.

Lo malo es que, para hacer esto probé una bicicleta de carretera, vamos un pepinaco de carbono para ser más exactos, que me dejaron y ya sabemos como son las cosas, ahora me ha surgido la necesidad imperiosa de darle más peso al ciclismo, para lo cual necesito una bici de carretera... cosas de niños...

Aprovechando que mi mujer lo apoya, tendré que hacer el esfuerzo... ¿cambiará el blog a ciclistapopulardelmonton? Por ahora no.

Bueno a lo que vamos, la carrera. La motivación no es muy alta así que depende de como se desarrolle la carrera intentaré ir a tope o disfrutar del paisaje... ya veremos, la carretera, y sobre todo las piernas, lo decidirán. Hasta última hora de la noche he estado pensando si ir a correr o no, pero ya que estoy apuntado iré.

A las 8:30 estoy en San Lorenzo para recoger el dorsal. La recogida es rápida. Hoy no ha venido nadie de mi familia a ver la carrera, así que paso un rato relajado esperando a que comience.

9:30, arranca la carrera. Estoy muy cerca de la línea de salida y salgo bastante rápido. Tras 500 metros tomamos la primera cuesta. Serán unos 200 metros, pero se agarran mucho.

Con la excepción de esos 200 metros, los primeros 3 kilómetros son bastante llanos y los hago por debajo de 4:00 min/km. Pero no voy bien, las piernas no me dan buenas sensaciones...

En el kilómetro 3 arranca la subida a Abantos. La cuesta es brutal y se me agarra a las piernas. El ritmo se ralentiza. Hoy no es mi día. A pesar de lo que pensaba, he llegado fundido al final de la temporada. Si le uno la escasa motivación, el resultado es que no puedo arrastrar ni las zapatillas.

En el kilómetro 4 me planteo darme la vuelta, retirarme y volver a casa, pero decido seguir. Eso sí, he cambiado de "modo competición" a "modo entrenamiento"; voy a hacer caso al speaker de la salida y voy a disfrutar del paisaje, y es que según dicen la carrera es muy bonita si es que no vas cegado con el ritmo.

A pesar del "modo entrenamiento", la subida a Abantos se las trae, el ritmo es de 5:40 min/km. Voy cansado pero al no forzar, al menos no tengo la sensación de que se me salga el corazón por la boca. Eso sí, el calor a estas horas ya es fuerte y la subida no tiene ni una miserable sombra. Además la elección de la ropa no podemos considerarla brillante... voy vestido de oscuro y el sol me pega como si esto fuera el Sáhara.

Me pasan 3 corredores en la subida y miro hacia abajo. El zigzag de la carretera me permite ver un rosario de gente corriendo, o mas bien arrastrando los pies (como todos) intentando remontar Abantos. Tengo la boca seca pero como todo en esta vida se acaba, llego al kilómetro 7 y se terminan las cuestas mortales. Arriba están los de la organización ofreciendo agua; por no romper la tradición decido no beber. Ya he dicho que voy seco, pero soy cabezón y de costumbres, así que paso de coger agua.

Siguen 2 kilómetros de falso llano que continúa subiendo hasta que llegamos a la cota más alta sobre el kilómetro 9. Es una zona muy bonita entre pinos y que tiene una impresionante vista del monasterio de El Escorial y del embalse de Valmayor. Como digo voy disfrutando de la carrera por primera vez en todos los años que he corrido. El ritmo es tranquilo, de 4:45 min/km, y me pasan algunos corredores.

En el kilómetro 9 empieza la bajada a muerte. A mi legendaria torpeza en las bajadas se une que voy tranquilo y aunque las cuestas abajo lo permiten, no hago ningún kilómetro por debajo de 4:00 min. Es un poco engañoso porque en mitad de la bajada de Abantos hay una subida de muerte hasta la base de un pequeño embalse, no sé como se llama, que nos vuelve a poner en nuestro sitio...

Nos metemos en San Lorenzo, en una zona de chalets espectaculares en los que la tónica es, tramo de bajada seguido de subida. Así constantemente. Otros años he sufrido esta zona pero hoy voy disfrutando de lo lindo; además ya vamos por la sombra y eso se agradece. Desde algunos chalets, nos rocían con una manguera; eso también se agradece. En cada cruce hay personas de la organización que nos indican la ruta a seguir y nos animan. Perfecto el ambiente familiar. Por favor, que no cambie nunca.

Unos críos de la organización me cantan mi puesto; voy el 44. Ya lo validaré cuando salgan las clasificaciones, pero otros años se ajustaba bastante a la realidad.

Llego al monasterio de San Lorenzo. Llevo unos 3 kilómetros en tierra de nadie. No veo a nadie por delante ni por detrás. Aunque está casi todo muy bien indicado, en algún punto pregunto a los de la organización por la ruta a seguir. Una vez rodeado el monasterio, llega la última y dolorosa cuesta; calculo que será de 1 km (desde el 17,5 al 18,5) pero es muy pendiente. Voy cansado pero menos que otros años. El ritmo ha sido mucho más llevadero.

Casi al final de la cuesta adelanto a un corredor. Va tocado y con síntomas de dolor; por eso me echo encima de el muy rápido. Pienso que ahora voy el 43. Por poco tiempo, porque sobre el km 19 me adelanta un corredor que va bastante fuerte.

Los dos últimos kilómetros pasan rápido. El ritmo en estos últimos kilómetros es 4:05 min/km y es que aunque he decidido no forzar, el perfil al final es bastante bueno.

Finalmente, 1h 32m 04s; a una media de 4:22 min/km. Puesto 44 (lo clavaron los chavales); el 25 de mi categoría de veterano (esto no me lo dijeron los chavales, pero es que era para nota). No ha sido mi mejor carrera y es que no estaba para muchos alardes, pero gracias a ello y a reconocerlo a tiempo, he podido disfrutar de San Lorenzo, su monasterio y del monte Abantos (bueno, de éste un poco menos).

Y como siempre, dar las gracias a la organización. Sin grandes alardes ni presupuesto, hacen que los corredores nos sintamos como en casa. El año que viene más, ya veremos en que modo...

lunes, 29 de abril de 2013

Maratón de Madrid 2013


Llegó el tan temido día del maratón. Las semanas previas han sido un calvario por mi maltrecha rodilla derecha que no me ha dejado entrenar casi nada. Apenas he podido realizar tiradas largas, una única de 32 kms y otra de 27, y en ambos casos las sensaciones fueron regulares. Doy por perdido bajar de 3 horas y la duda es si podré bajar mi marca de 3 horas y 10 minutos de hace un par de años.

El sábado decido olvidarme del maratón y por la noche no preparo ni la bolsa. Gracias a eso duermo sin nervios (aunque a las 6:00 me despierto sobresaltado, no sé por qué me he acordado de que no he puesto a cargar el GPS; lo pongo a cargar pero después no consigo dormir bien).

Después de desayunar voy en coche hacia la salida. Está todo cortado, se nota el atentado de Boston porque este año hay más policía. Dejo el coche a tomar por saco y me toca andar 15 minutos hasta la Plaza de Colón donde he quedado con mis sufridos padres para que se queden con mis cosas. No estoy para regalar esfuerzos, así que voy andando tranquilamente.

Este año tengo “dorsal premium” y me puedo meter en el corral 1, el siguiente después de los corredores de élite. Vaya año para meterme aquí, me encuentro peor que el año anterior y no sé siquiera si podré acabar (como siempre llevo mis 5 euros encima por si acaso). Hace frío, así que me pongo entre varios corredores; hay que ver que bien funciona esto del calor humano en el corral...

Veo que están todos los corredores mezclados, los del maratón, el medio maratón y los 10K. ¿Por qué han decidido hacerlo así? Está claro que es por dinero, cuanta más gente mejor para la organización, pero ¿por qué mezclamos las pruebas? Los corredores vamos a diferentes ritmos según la distancia que vamos a hacer y no tiene sentido que salgamos todos a la vez y revueltos. En esto la organización no ha acertado para nada.

Antes de la salida un minuto de silencio por las víctimas de Boston y ejemplar comportamiento de los corredores.

Salimos a las 9:00 y tardo poco en pasar por la línea de salida (unos escasos 20 segundos). Aun así no se puede correr bien, entre otras cosas por el poco acierto de mezclar todas las carreras. Voy dosificando y prestando atención a las señales que me mandan mis rodillas. Paso por el primer 5K a 4:23. Mi idea es ir a 4:20 para asegurarme rebajar mi marca. Por ahora todo va según lo previsto; los primeros 5K son de subida, por lo que espero recuperar en la bajada hacia la Casa de Campo.

Me pasan corredores en varios puntos, pero veo que la mayoría son dorsales de la media maratón. No anima mucho pero me centro en mi GPS (menos mal que me levanté a cargarlo). Hay que olvidarse del resto. Tengo el globo de las 3 horas a unos 200 metros. Decido no cebarme siguiendo al globo, porque como he dicho no me veo bien. Bueno, realmente a estas alturas de carrera sí estoy bien, pero sé que el maratón empieza a partir del kilómetro 30, así que dejo que se vaya alejando el globo.

Entre el kilómetro 5 y el 10 me adelanta un compañero de trabajo. Está hecho un bestia y quiere bajar de 3 horas por lo que ni de coña me planteo seguirle. Nos deseamos suerte y otra vez será. Me paso un par de kilómetros detrás, pero le veo alejarse poco a poco. Cuando no tienes buenas piernas, hay que intentar tener al menos buena cabeza.

En el kilómetro 14 veo a mis padres nuevamente. Voy muy bien físicamente y más ahora que la carrera tiende un poco hacia abajo. Paso por el kilómetro 15 a 4:16 min/km. Del 5 al 15 los he hecho a 4:12; me anima bastante ver que voy bien, pero aun así no quiero pensar todavía en la marca final. Queda un mundo.

En el kilómetro 15 cojo agua por primera vez. Ya sé que hay que beber más, pero soy tipo camello. Un trago corto y a seguir.

Nos acercamos a Sol y la animación es acojonante. Hay mucho público y hay tramos que parece el Tour de Francia. Es brutal correr por medio de Madrid con tanta gente. El físico me respeta y, a éstas alturas de carrera, incluso me permite disfrutar de los ánimos de la gente.

Antes de llegar a la media maratón, subimos por la calle Ferraz. Se me atragantan un poco sus cuestas y empiezo a pensar que queda otra media maratón, pero esta vez con más subida que bajada… El paso por la media es en 1h30m03s. A estas alturas tengo clarísimo que no bajo de las 3 horas y la principal duda es si voy a poder bajar mi record de 3h10m. Sé que el tío del mazo puede llegar en cualquier momento.

En Príncipe Pío, kilómetro 25, veo a mi mujer y mis hijos. Los otros sufridores de la maratón. Aquí tengo mi primer avituallamiento sólido pero no tengo nada de hambre. Mis hijos están entusiasmados y si por ellos fuera se ven con fuerzas de hacer conmigo los 17 kms que faltan pero con 9 y 7 años no parece viable… Les saludo y les grito "¡voy a ganar!". No sé por qué sigo insistiendo con esa broma; dejaron de creerlo hace ya muchos años.
Llegando a PríncipePío (a la derecha, con medias verdes)

Aún con ánimos, ¡voy a ganar!

Mientras bajamos hacia la Casa de Campo voy abriendo mi rústico avituallamiento: dos galletas Príncipe de chocolate… no es muy profesional, pero es lo que tiene ser un corredor popular. Como digo no tengo hambre pero me fuerzo a comer para no caer más adelante. Tardo como un par de kilómetros en acabar con las dichosas galletas. Me están secando la boca como si fueran polvorones. Joder, es que no puedo ni tragar.

Llegamos a un avituallamiento de gel energético pero no lo cojo porque no sé cómo me va a sentar. Sólo hay algo a lo que tenga más miedo que al tío del mazo y es a la diarrea. El viento y el fresquito en la tripa dan suficientes argumentos a una posible diarrea como para alimentarla más con geles que no he probado previamente.

En la Casa de Campo comienza el maratón de verdad. La zona es agradable para correr pero no hay prácticamente animación. Sin embargo, no sé si es por las galletas o porque comienzan a flaquear algunos corredores, pero el caso es que empiezo a adelantar a varios (entre el km 30 y el 40 gano 76 posiciones; luego perderé 17 en los dos últimos kms). Incluso en un delirio de grandeza me veo tipo rodillo con un ritmo estable que me ayuda a ir ganando posiciones.
 
Saliendo de la Casa de Campo me daré cuenta de que lo del rodillo era una estupidez ocasionada por el cansancio y que el rodillo se me iba a aplicar a. La salida por la estación de metro de Lago es en una cuesta infernal, con mucho público, que me vuelve a poner en mi miserable sitio. Mis padres me esperan en esa cuesta, hay que ver que ganas de morbo, ponerse ahí que es donde voy roto. Me dan mi segundo avituallamiento. Una barrita de cereales y una ampolla de glucosa que me regalaron en la media maratón de Madrid. Y es que además de popular, soy un corredor cutre.

Bajamos hacia el río Manzanares. No me apetece comer nada, creo que las galletas aún no han conseguido siquiera bajar al estómago. Tiro la barrita pero me quedo la glucosa. Tengo confianza en dejarla para el final y que me pegue un “subidón”. En el kilómetro 34, por la zona del estadio Vicente Calderón abro la glucosa, empiezo a notar mucho cansancio. Me quedan 8 kms y no veo ya necesidad de reservar ese “subidón”.

Tras tomar la glucosa me quedo esperando esa fuerza repentina que me ayude a salir como un tiro. Lo único que noto realmente es que es tan dulce que me seca aún más la boca, llego al siguiente avituallamiento líquido casi como una uva pasa. Joder la glucosa y las galletas me han secado por completo. ¿Y el “subidón”? No sé, debió de darle a otro, porque lo que es a mí aún sigo esperándolo.

Llegamos a la calle Segovia y al Paseo Imperial. Estamos por el kilómetro 37 y voy petado, acaba de llegar mi querido tío del mazo y la hostia es inminente. Del kilómetro 35 al 40 el ritmo empieza a bajar a pasos agigantados; hago esos 5 kms a un discreto 4:44 min/km. Hasta el km 35 el ritmo ha sido de 4:18 de media, pero me acabo de dar una hostia; ni glucosa ni galletas ni bebida isotónica, de la pájara no me salva ya nadie. Ahora empiezo a notar la falta de kms de entrenamiento. Si ya sabía yo…

Tengo claro que no bajaré de 3 horas a no ser que haga los últimos 5 kilómetros a menos de 4:00 min/km y las piernas van que como lo intente, se me caen. Sin embargo, si consigo aguantar un poco más puedo batir mi récord.

Kilómetro 40, en Atocha. Pienso incluso ponerme a andar un rato pero estoy seguro de batir mi record si no lo hago. Me queda la subida por Alfonso XII y luego desde la Puerta de Alcalá hasta la entrada del Retiro. Mi cabeza solo puede hacer un sencillo cálculo: si ando tardaría unos 20 minutos en llegar y llevo 2 horas y 55 minutos de carrera, hay que seguir corriendo. El resto de neuronas han debido de quedarse en el asfalto. Eso sí, el ritmo pasa a ser trotón; hago los últimos 2 kms a 5:03.

La gente anima pero ya no puedo gastar energía ni en devolverles el saludo con la mano… 

Llego a Retiro y empiezo a buscar a mis hijos con la vista para entrar con ellos en meta. He quedado poco antes del km 42 para que hagan conmigo unos 300 metros. Ahí les veo, por dentro de la valla y esperando como locos para empezar a correr.

Cuando llego a su altura Javi arranca como una fiera y en escasos 10 metros me quedo atrás. No puedo seguir su ritmo. Ana se mantiene prudentemente a mi lado. Tengo que hacer parar a Javi y vuelve a mi lado, pero me vuelve a dejar tirado un poco más adelante. Voy tan roto que el ritmo de mi hijo de 7 años me parece de africano. Ana gracias a Dios decide seguir a mi ritmo.

Recogiendo a los niños. Miro a Javi como a un Miura.

Lanzados a la meta. Ya no levanto ni las piernas...

Finalmente entramos en meta: 3 horas 05 minutos 25 segundos (puesto 524 de la general y 144 de categoría Veteranos M35; ya tengo una edad que hay que empezar a mirar estas cosas...). He mejorado mi marca. No se me ha dado mal el 2013, mejor marca en media maratón y ahora en el maratón. No es un tiempo de escándalo, pero todo lo que sea mejorar…

Recogemos avituallamientos varios, la medalla y a reunirme con los sufridores familiares. Y como siempre, el año que viene… pues seguramente más. Ahora no tengo ganas de nada, pero ¿en 365 días? Seguro que sí.

Posando con la medalla y las liebres de los últimos 300 metros ...

... y con los auténticos sufridores del maratón.