lunes, 29 de abril de 2013

Maratón de Madrid 2013


Llegó el tan temido día del maratón. Las semanas previas han sido un calvario por mi maltrecha rodilla derecha que no me ha dejado entrenar casi nada. Apenas he podido realizar tiradas largas, una única de 32 kms y otra de 27, y en ambos casos las sensaciones fueron regulares. Doy por perdido bajar de 3 horas y la duda es si podré bajar mi marca de 3 horas y 10 minutos de hace un par de años.

El sábado decido olvidarme del maratón y por la noche no preparo ni la bolsa. Gracias a eso duermo sin nervios (aunque a las 6:00 me despierto sobresaltado, no sé por qué me he acordado de que no he puesto a cargar el GPS; lo pongo a cargar pero después no consigo dormir bien).

Después de desayunar voy en coche hacia la salida. Está todo cortado, se nota el atentado de Boston porque este año hay más policía. Dejo el coche a tomar por saco y me toca andar 15 minutos hasta la Plaza de Colón donde he quedado con mis sufridos padres para que se queden con mis cosas. No estoy para regalar esfuerzos, así que voy andando tranquilamente.

Este año tengo “dorsal premium” y me puedo meter en el corral 1, el siguiente después de los corredores de élite. Vaya año para meterme aquí, me encuentro peor que el año anterior y no sé siquiera si podré acabar (como siempre llevo mis 5 euros encima por si acaso). Hace frío, así que me pongo entre varios corredores; hay que ver que bien funciona esto del calor humano en el corral...

Veo que están todos los corredores mezclados, los del maratón, el medio maratón y los 10K. ¿Por qué han decidido hacerlo así? Está claro que es por dinero, cuanta más gente mejor para la organización, pero ¿por qué mezclamos las pruebas? Los corredores vamos a diferentes ritmos según la distancia que vamos a hacer y no tiene sentido que salgamos todos a la vez y revueltos. En esto la organización no ha acertado para nada.

Antes de la salida un minuto de silencio por las víctimas de Boston y ejemplar comportamiento de los corredores.

Salimos a las 9:00 y tardo poco en pasar por la línea de salida (unos escasos 20 segundos). Aun así no se puede correr bien, entre otras cosas por el poco acierto de mezclar todas las carreras. Voy dosificando y prestando atención a las señales que me mandan mis rodillas. Paso por el primer 5K a 4:23. Mi idea es ir a 4:20 para asegurarme rebajar mi marca. Por ahora todo va según lo previsto; los primeros 5K son de subida, por lo que espero recuperar en la bajada hacia la Casa de Campo.

Me pasan corredores en varios puntos, pero veo que la mayoría son dorsales de la media maratón. No anima mucho pero me centro en mi GPS (menos mal que me levanté a cargarlo). Hay que olvidarse del resto. Tengo el globo de las 3 horas a unos 200 metros. Decido no cebarme siguiendo al globo, porque como he dicho no me veo bien. Bueno, realmente a estas alturas de carrera sí estoy bien, pero sé que el maratón empieza a partir del kilómetro 30, así que dejo que se vaya alejando el globo.

Entre el kilómetro 5 y el 10 me adelanta un compañero de trabajo. Está hecho un bestia y quiere bajar de 3 horas por lo que ni de coña me planteo seguirle. Nos deseamos suerte y otra vez será. Me paso un par de kilómetros detrás, pero le veo alejarse poco a poco. Cuando no tienes buenas piernas, hay que intentar tener al menos buena cabeza.

En el kilómetro 14 veo a mis padres nuevamente. Voy muy bien físicamente y más ahora que la carrera tiende un poco hacia abajo. Paso por el kilómetro 15 a 4:16 min/km. Del 5 al 15 los he hecho a 4:12; me anima bastante ver que voy bien, pero aun así no quiero pensar todavía en la marca final. Queda un mundo.

En el kilómetro 15 cojo agua por primera vez. Ya sé que hay que beber más, pero soy tipo camello. Un trago corto y a seguir.

Nos acercamos a Sol y la animación es acojonante. Hay mucho público y hay tramos que parece el Tour de Francia. Es brutal correr por medio de Madrid con tanta gente. El físico me respeta y, a éstas alturas de carrera, incluso me permite disfrutar de los ánimos de la gente.

Antes de llegar a la media maratón, subimos por la calle Ferraz. Se me atragantan un poco sus cuestas y empiezo a pensar que queda otra media maratón, pero esta vez con más subida que bajada… El paso por la media es en 1h30m03s. A estas alturas tengo clarísimo que no bajo de las 3 horas y la principal duda es si voy a poder bajar mi record de 3h10m. Sé que el tío del mazo puede llegar en cualquier momento.

En Príncipe Pío, kilómetro 25, veo a mi mujer y mis hijos. Los otros sufridores de la maratón. Aquí tengo mi primer avituallamiento sólido pero no tengo nada de hambre. Mis hijos están entusiasmados y si por ellos fuera se ven con fuerzas de hacer conmigo los 17 kms que faltan pero con 9 y 7 años no parece viable… Les saludo y les grito "¡voy a ganar!". No sé por qué sigo insistiendo con esa broma; dejaron de creerlo hace ya muchos años.
Llegando a PríncipePío (a la derecha, con medias verdes)

Aún con ánimos, ¡voy a ganar!

Mientras bajamos hacia la Casa de Campo voy abriendo mi rústico avituallamiento: dos galletas Príncipe de chocolate… no es muy profesional, pero es lo que tiene ser un corredor popular. Como digo no tengo hambre pero me fuerzo a comer para no caer más adelante. Tardo como un par de kilómetros en acabar con las dichosas galletas. Me están secando la boca como si fueran polvorones. Joder, es que no puedo ni tragar.

Llegamos a un avituallamiento de gel energético pero no lo cojo porque no sé cómo me va a sentar. Sólo hay algo a lo que tenga más miedo que al tío del mazo y es a la diarrea. El viento y el fresquito en la tripa dan suficientes argumentos a una posible diarrea como para alimentarla más con geles que no he probado previamente.

En la Casa de Campo comienza el maratón de verdad. La zona es agradable para correr pero no hay prácticamente animación. Sin embargo, no sé si es por las galletas o porque comienzan a flaquear algunos corredores, pero el caso es que empiezo a adelantar a varios (entre el km 30 y el 40 gano 76 posiciones; luego perderé 17 en los dos últimos kms). Incluso en un delirio de grandeza me veo tipo rodillo con un ritmo estable que me ayuda a ir ganando posiciones.
 
Saliendo de la Casa de Campo me daré cuenta de que lo del rodillo era una estupidez ocasionada por el cansancio y que el rodillo se me iba a aplicar a. La salida por la estación de metro de Lago es en una cuesta infernal, con mucho público, que me vuelve a poner en mi miserable sitio. Mis padres me esperan en esa cuesta, hay que ver que ganas de morbo, ponerse ahí que es donde voy roto. Me dan mi segundo avituallamiento. Una barrita de cereales y una ampolla de glucosa que me regalaron en la media maratón de Madrid. Y es que además de popular, soy un corredor cutre.

Bajamos hacia el río Manzanares. No me apetece comer nada, creo que las galletas aún no han conseguido siquiera bajar al estómago. Tiro la barrita pero me quedo la glucosa. Tengo confianza en dejarla para el final y que me pegue un “subidón”. En el kilómetro 34, por la zona del estadio Vicente Calderón abro la glucosa, empiezo a notar mucho cansancio. Me quedan 8 kms y no veo ya necesidad de reservar ese “subidón”.

Tras tomar la glucosa me quedo esperando esa fuerza repentina que me ayude a salir como un tiro. Lo único que noto realmente es que es tan dulce que me seca aún más la boca, llego al siguiente avituallamiento líquido casi como una uva pasa. Joder la glucosa y las galletas me han secado por completo. ¿Y el “subidón”? No sé, debió de darle a otro, porque lo que es a mí aún sigo esperándolo.

Llegamos a la calle Segovia y al Paseo Imperial. Estamos por el kilómetro 37 y voy petado, acaba de llegar mi querido tío del mazo y la hostia es inminente. Del kilómetro 35 al 40 el ritmo empieza a bajar a pasos agigantados; hago esos 5 kms a un discreto 4:44 min/km. Hasta el km 35 el ritmo ha sido de 4:18 de media, pero me acabo de dar una hostia; ni glucosa ni galletas ni bebida isotónica, de la pájara no me salva ya nadie. Ahora empiezo a notar la falta de kms de entrenamiento. Si ya sabía yo…

Tengo claro que no bajaré de 3 horas a no ser que haga los últimos 5 kilómetros a menos de 4:00 min/km y las piernas van que como lo intente, se me caen. Sin embargo, si consigo aguantar un poco más puedo batir mi récord.

Kilómetro 40, en Atocha. Pienso incluso ponerme a andar un rato pero estoy seguro de batir mi record si no lo hago. Me queda la subida por Alfonso XII y luego desde la Puerta de Alcalá hasta la entrada del Retiro. Mi cabeza solo puede hacer un sencillo cálculo: si ando tardaría unos 20 minutos en llegar y llevo 2 horas y 55 minutos de carrera, hay que seguir corriendo. El resto de neuronas han debido de quedarse en el asfalto. Eso sí, el ritmo pasa a ser trotón; hago los últimos 2 kms a 5:03.

La gente anima pero ya no puedo gastar energía ni en devolverles el saludo con la mano… 

Llego a Retiro y empiezo a buscar a mis hijos con la vista para entrar con ellos en meta. He quedado poco antes del km 42 para que hagan conmigo unos 300 metros. Ahí les veo, por dentro de la valla y esperando como locos para empezar a correr.

Cuando llego a su altura Javi arranca como una fiera y en escasos 10 metros me quedo atrás. No puedo seguir su ritmo. Ana se mantiene prudentemente a mi lado. Tengo que hacer parar a Javi y vuelve a mi lado, pero me vuelve a dejar tirado un poco más adelante. Voy tan roto que el ritmo de mi hijo de 7 años me parece de africano. Ana gracias a Dios decide seguir a mi ritmo.

Recogiendo a los niños. Miro a Javi como a un Miura.

Lanzados a la meta. Ya no levanto ni las piernas...

Finalmente entramos en meta: 3 horas 05 minutos 25 segundos (puesto 524 de la general y 144 de categoría Veteranos M35; ya tengo una edad que hay que empezar a mirar estas cosas...). He mejorado mi marca. No se me ha dado mal el 2013, mejor marca en media maratón y ahora en el maratón. No es un tiempo de escándalo, pero todo lo que sea mejorar…

Recogemos avituallamientos varios, la medalla y a reunirme con los sufridores familiares. Y como siempre, el año que viene… pues seguramente más. Ahora no tengo ganas de nada, pero ¿en 365 días? Seguro que sí.

Posando con la medalla y las liebres de los últimos 300 metros ...

... y con los auténticos sufridores del maratón.

miércoles, 24 de abril de 2013

Plan Maratón (semana 16 y última)



Arranca la semana del maratón. Por fin llega la carrera; sinceramente estoy harto de entrenos, lesiones y esperas... para el año que viene no voy a empezar tan pronto porque se me termina haciendo muy largo.


Esta semana tengo planificado bajar 3 días pero con poca intensidad. Hay que llegar descansado y más teniendo en cuenta que la rodilla no está bien.

Martes; la planificación es de 5 kms. La distancia es poca, pero no sé por qué no consigo encontrar un buen ritmo. Llevo varios días con esa sensación, y finalizo el entreno a 4:32 min/km. Para ir a ese ritmo, las piernas van demasiado pesadas. Veremos el miércoles, que tengo que hacer 6 kms rápidos.

Miércoles; hago 10 kms con 6 de ellos a ritmo rápido. Es una prueba de fuego porque las sensaciones previas no son muy buenas. Sin embargo los 6 kms salen a 3:54 min/km y, aunque cansado, acabo bastante bien. Decido no hacer nada más hasta el domingo, para no quemar las pocas naves que me quedan de cara al maratón. He llegado al final como el Barça, fundido...


Finalizado el plan de entrenamiento, que este año no he podido realizar como me gustaría, ya solo queda descansar un par de días mientras espero al maratón. ¿Objetivo? acabarlo de forma razonable... el domingo veremos...

lunes, 22 de abril de 2013

Plan Maratón (semana 15)

Penúltima semana antes del maratón. Como tengo la rodilla derecha tocada, no hago nada ni el lunes ni el martes, tal y como me ha dicho Virginia. Así intento recuperarme de la sesión de fisio que me dio en la pierna derecha y dejo descansar la rodilla.

El viernes será la prueba definitiva. Voy a hacer una tirada larga a pesar de que según el plan de entrenamiento no se debe hacer, pero necesito probar la rodilla y hacer una prueba tanto para ver si aguanta la rodilla como para ganar confianza.

Miércoles; primera prueba para la rodilla. Bajando las escaleras de mi casa noto la rodilla un tanto rara, pero no sé si es una sensación real o es psicosis. Comienzo la carrera cómodo y hago 10 kms sin notar dolor en la rodilla. Ritmo 4:29.

Jueves; segunda prueba de fuego. Sin días de descanso vuelvo a correr otros 10 kms. La rodilla sigue rara pero me respeta y no me duele. Ritmo 4:31

Viernes; salgo a probar la rodilla a la Casa de Campo. Mi idea de hacer unos 30 kms la cambio por 20 porque no tengo tanto tiempo disponible para el entreno. El ritmo inicial es tranquilo principalmente por miedo. Además he terminado de comer hará 1 hora y media y no me termino de encontrar bien. La rodilla me respeta, pero como siempre, las sensaciones son raras... finalmente hago 22 kms a 4:33. Lección aprendida hoy: no bajar más veces a correr después de comer porque lo paso fatal; no consigo encontrar un ritmo que me encaje.

En cualquier caso, prueba superada. El domingo que viene iré al maratón... acabarlo ya son palabras mayores y bajar mi marca de 3 horas 10 minutos es imposible, pero ya que estoy inscrito hay que intentarlo.

lunes, 15 de abril de 2013

Plan Maratón (semana 14)

Tras la media maratón de Madrid del domingo, decido tomarme el lunes de descanso. La carrera se me ha hecho dura, no tanto por los kilómetros, sino por el ritmo. He acabado fundido, y tengo las piernas tocadas. Además la rodilla derecha me dolía bastante a partir del kilómetro 18, por lo que me doy un pequeño descanso.

Martes; vuelvo a los entrenamientos. No quiero hacer los 14 kms previstos en el plan porque aún tengo las piernas tocadas, así que decido hacer 10 kms. Las sensaciones de inicio son malas, con algunos dolores en las piernas y sensación de cansancio, pero decido seguir. Sin embargo, a partir del kilómetro 5 la rodilla empieza a dolerme y llego al kilómetro 6 de milagro. Paro y vuelvo andando a casa. Finalmente hago 6 kms a 4:29 min/km. Me voy a tomar el miércoles de descanso para no terminar de petar la rodilla. El maratón de Madrid es en 3 semanas y veo que mi participación peligra...

Viernes; finalmente el jueves decidí ni ir a correr porque no veía bien la rodilla. Hoy viernes he decidido ir a correr 10 kms y ver como se desarrolla la carrera... Las piernas están casi totalmente recuperadas de la media maratón del domingo pasado, pero la rodilla no la noto del todo bien. Arranco con un ritmo tranquilo, sobre 4:50. Con los kilómetros noto cierto cansancio pero voy aumentando el ritmo poco a poco porque sin embargo la rodilla parece que me respeta. Finalmente hago los 10 kms a 4:29. La rodilla me molesta pero no me duele y la sensación es que podría haber hecho más kilómetros sin problemas. Ya veremos el fin de semana; intentaré hacer unos 14 o 15 kms el sábado.

Sábado; salgo con intención de hacer 14 kms. Estoy de fin de semana en Puerto Castilla, así que por variar un poco el recorrido corro en dirección al Puerto de Tornavacas. Comienzo subiendo el puerto a buen ritmo porque las sensaciones son buenas. Hay 4 kms hasta la cima del puerto, y aunque no es una subida dura, el último km tiene una pendiente respetable que hace que reduzca mucho el ritmo. Llego a la cima con ciertas molestias. La bajada se convierte en un infierno porque la rodilla me está empezando a doler. De regreso a Puerto Castilla y como ha finalizado la bajada decido continuar (solo llevo 8 kms), pero solo consigo hacer 10 kms. La rodilla no me deja continuar. Finalmente a 4:31.

Domingo; como no puede ser de otra forma, la semana acaba en casa de mi cuñada Virginia. A ver si la fisioterapia consigue arreglar la rodilla. Como parece tratarse de una sobrecarga de toda la parte trasera externa de la pierna que me repercute en la rodilla, recibo un masaje de los de agarrarse a la camilla como un descosido... ¿esto no debería llevar anestesia? Eso y unos pinchazos con agujas y a ver que pasa.

La participación en el maratón dentro de 14 días empieza a parecer imposible...

lunes, 8 de abril de 2013

Medio Maratón Madrid 2013

Este año el despliegue familiar de medios humanos en la Media Maratón es grandioso; Nacho se presenta a su cuarta media (si no me falla la memoria), Javi a su primera, mi primo Javier también a su primera y yo a la enésima. De primeras la plantilla de runners está en cuadro:

  • Nacho no ha entrenado prácticamente nada. Con andar hasta la parada de metro es suficiente. Debe haberlo hecho 3 o 4 días (uno de ellos conmigo), pero no más de 11 o 12 kms.
  • Javi sí que se lo ha tomado más en serio y ha hecho varios días de entreno. Incluso ha probado ya parte del recorrido. Ese día se marcó 15 kms a 5:30. Es la mayor distancia que ha recorrido en su vida fuera de un coche; lo malo es que ha llevado su cuerpo tan al límite que no ha conseguido recuperar las sensaciones que tenía antes.
  • Mi primo Javier es una incógnita... según parece no ha entrenado nada más que un par de días y no muchos kilómetros (no creo que haya pasado de 8 kms). Teniendo en cuenta que nunca ha realizado deportes de resistencia... pintan bastos. Sin embargo, tiene 18 años y la juventud está de su lado. La incógnita es saber cuánto de su lado se quedará esa juventud y si lo hará durante 21 kms.
  •  Y yo... realmente los 21 kms no son un problema porque los hago muchas veces durante mis entrenos previos al maratón, pero precisamente esos entrenos me han jodido la rodilla derecha y las últimas veces que he bajado a correr no he pasado de 12 kms porque los dolores me estaban matando. Mi rodilla es la que dirá que va a pasar con mi carrera... llevo 4 días sin correr porque noto la rodilla mal y prefiero hacer el bestia y ponerla a prueba directamente en la carrera.
Con esta plantilla, creo que... Nacho andará por 1h50m, Javi por 2h, Javier (primo) por unas 2h si es que consigue completar los 21 kms, yo por 1h30m si la rodilla me deja.



La noche anterior a la carrera no he conseguido dormir bien. Es una chorrada que a mis 39 años esté así, pero estoy un tanto preocupado por si la carrera va a terminar por destrozarme la rodilla o si me respetará.

A las 8:30 quedamos Nacho, mi primo Javier y yo en mi casa para ir con el coche hasta la salida. Gracias a Dios vienen también mis tíos y allí estarán mis padres. Aunque hay ropero, el tener un apoyo logístico al cual empaquetarle las cosas o que se encargue de aparcar el coche no está suficientemente valorado.

Llegamos a la zona de salida sobre las 9:10. Meto un poco de presión para acercarnos hacia la salida porque me quiero colocar lo mejor posible, aunque a esa hora ya es tarde. Mi primo Javier, Nacho y Javi deciden irse hacia atrás, más en consonancia con la marca que esperan hacer.

No consigo acercarme mucho a la salida. De hecho tardo como unos dos minutos desde el pistoletazo hasta que cruzo la línea de salida. Comienzo a acelerar el ritmo, pero hay mucha gente y los tres primeros kilómetros se hacen muy pesados. Nuevamente veo que en España el respetar las zonas de salida no va con nosotros. ¿Por qué nos empeñamos en ponernos dónde no nos corresponde? Hay gente que sin duda va para 2 horas y sin embargo está en las primeras posiciones de salida, con lo que interrumpen el ritmo del resto y además tampoco van cómodos porque les van pasando por todas partes; un sinsentido absoluto. Yo tampoco me pongo con los de 1h10m. Lo sé, han llegado antes y punto, pero… es que no tiene sentido.

Como digo me paso los primeros kilómetros adelantando gente y persiguiendo a los globos que llevan las liebres. Rápidamente pillo al 1:45 y 1:40. A los 5 kilómetros aproximadamente adelanto al de 1:35.

Mi GPS me marca un ritmo de 3:52. Como siempre en los primeros metros no se ha enterado muy bien, y marca 300 metros más de la realidad. Mi ritmo real está ligeramente por debajo de 4:00 min/km. Voy un poco asfixiado por el ritmo y los cambios de ritmo que tengo que hacer para colarme entre la gente. Además la carretera pica un poco hacia arriba. La calle Santa Engracia es engañosa, y es que la cuesta tendida que tiene se nota en las piernas.

Sobre el kilómetro 8 pillo al globo de 1:30. Mi idea es coger al de 1:25. Mi anterior mejor marca es 1:26:10 y si pillo a ese globo, teniendo en cuenta lo que he tardado en salir, lo bato. Pero aún no veo al globo. Y llegados a Plaza de Castilla y luego al kilómetro 10, voy bastante petado.

En Serrano comienzo a ver al globo de 1:25. Está lejos y me lo marco como objetivo. Por cierto, joder con Serrano, es un tobogán que me deja las piernas tocadas, aunque a decir verdad, bien no venían.

Voy pasando avituallamientos, pero no tomo agua en ninguno. Como siempre, pienso que en 1h y 30 min no hace falta agua, y a ritmo de 4:00 me cuesta beber sin tirarme todo el agua encima o sin atragantarme.

Pasamos el kilómetro 13 y pienso en la cuesta que nos espera en el 14. He visto el cartel antes (cuando pasamos por ahí de bajada) y la cuesta me acojona… allá vamos… reduzco un poco el ritmo, no por querer sino por poder… las piernas no están para muchos trotes y aún queda el 33% de la carrera… y con la cuesta de Alfonso XII por delante.

Me sigo acercando al globo de 1:25, pero todo sucede a cámara lenta, voy ganado metros muy despacio. El puñetero globo es como lo del palo y la zanahoria; no lo termino de pillar nunca.

Llegamos al Parque del Retiro, pero hay que bordearlo y joder qué grande es el jodido parque. Sobre el km 16 oigo a mi cuñada Mercedes animándome, pero voy petado y solo acierto a levantar el brazo. Estamos en una cuesta abajo, pero ya no ayuda mucho… o eso creo, me daré cuenta cuando empiece la cuesta arriba.

Km 18, alcanzo al globo de 1:25 y lo adelanto. Por fin, me ha costado unos 6 km pillarlo. Pero llega el muro de Alfonso XII. A estas alturas tengo más o menos claro que puedo batir mi marca. Calculo que si consigo mantener un ritmo de 5:00 min/km lo batiré, por lo que me intento dosificar en Alfonso XII. No quiero mirar atrás para no ver si el rodillo del globo de 1:25 me rebasa. Se acaba la cuesta y sigo por delante del globo.

En la Puerta de Alcalá vuelve una nueva cuesta que nos lleva hacia la entrada del Retiro;  voy roto y desde el km 18 la rodilla está doliéndome.

Por fin entramos en el Retiro. Ya solo queda la recta final, llena de arcos de publicidad. Acelero para entrar lo mejor posible, pero la recta es larga de cojones y bajo un poco el pistón para no cebarme porque he visto que el arco con el reloj está a tomar por saco…

Veo a mis padres, los “manolo el del bombo” del running. Bueno del running de sus hijos… Me animan y vuelvo a acelerar, pero solo un poco que tampoco está ya el cuerpo para excesos.

Finalmente cruzo la meta en 1:23:37 a 3:57 min/km. He bajado mi tiempo en casi 2 minutos y medio. Ya veremos mañana que tal mi rodilla.

Ahora a buscar a mis padres y a esperar al resto de participantes.

En 1h49m llega Nacho. No si ya sabía yo que tenía que apostar por él. Ritmo trotón pero seguro, el diesel de las carreras.

En 1h57m llega Javi. Con una cara bastante fresca. Superado el record de las 2 horas y el de la hora en la San Silvestre, no parece que este hombre tenga límites.

En 2h27m llega mi primo Javier. El tío del mazo le ha golpeado con fuerza en el kilómetro 15, y la última parte de la carrera se le ha hecho muy cuesta arriba. Objetivo conseguido, ha finalizado su primera Media Maratón. Esperemos que no sea la última!!!

Por cierto, aunque parezca mentira, la predicción de tiempos que hice al principio, la escribí el día antes de la carrera. Casi pleno al quince!!!

Yo, Nacho, Javi, Javier (primo). Posando para la posteridad.
Regreso a casa y vacilo un poco con mis hijos. El pequeño es un incondicional y está casi dispuesto a aceptar que he podido hacer podium… pero finalmente hay que aceptar la realidad… puesto 473!!! Está fenomenal, pero ¿cómo se explica esto a la infancia? :-)

Y ahora, a seguir entrenando para el maratón. Quedan 3 semanas y no sé si mi rodilla aguantará, porque en 21 km lo he pasado bastante regular los 3 últimos. Pero como mal mayor, al menos no he tirado el año: me llevo mi mejor marca en una media!!!

Plan Maratón (semana 13)

Esta semana es un tanto especial por dos razones: tengo las rodillas jodidas y el domingo es la Media Maratón de Madrid. Por eso he decidido cambiar mi plan de entrenamiento y hacer los entrenos según me vea. No quiero hacer muchos kilómetros para no castigar mis rodillas y respecto a la carrera, si me veo con opciones de hacer un tiempo digno, intento correr a tope y si no, iré tranquilamente disfrutando de los kilómetros. Todo esto, si las rodillas me respetan.

Lunes, corro 10 kilómetros, haciendo los dos últimos a un ritmo un poco más vivo. Las rodillas están un poco resentidas y noto molestias, pero no me duelen tanto como otros días. Puede ser porque solo hago 10 kilómetros o porque mi dosis de ibuprofeno, al cual he decidido acogerme para ver si me recupero, me ayuda. Veremos mañana...

Martes; como soy un cabezón, bajo a correr otros 10 kms. Tengo el aliciente de estrenar zapatillas, porque después de los dolores de rodillas decidí invertir en unas zapatillas nuevas; Nike Pegasus+ 29. Las sensaciones son buenas y aunque siguen las molestias, no son por ahora limitantes. También es cierto que no paso de 10 kms, porque no quiero quedarme sin correr la media maratón ni el maratón de Madrid a finales de este mes. Además he dejado de tomar ibuprofeno porque no sé si me arreglará las rodillas, pero lo que es el estómago me lo está jodiendo... Finalizo en entreno a 4:23.

martes, 2 de abril de 2013

Nike Pegasus+ 29

Después de más de 800 kms con las NB 750 v1, he decidido comprar unas nuevas zapatillas. Me duelen las rodillas y no sé si es por el exceso de kilómetros (teniendo en cuenta que mi constitución ósea no es la mejor...) o porque las zapatillas están gastadas. Ciertamente he utilizado las NB 750 más de 800 kms, y han cumplido con lo que esperaba teniendo en cuenta el precio que tenían y que no están orientadas a entrenamientos de largas distancias.

Me acerqué al Nike Factory de Las Rozas de Madrid y pude comprar las Pegasus+ 29 por 78€. Me sigue pareciendo una pasada, pero es bastante menos de lo que cuestan normalmente. También me acerqué al outlet de Asics pero lo que había no me daba tan buen aspecto, y el precio no me parecía tan competitivo en relación con las Pegasus.

Según me comentó el vendedor, y por lo que he podido contrastar posteriormente, han modificado la zapatilla respecto a versiones anteriores dejando únicamente la cámara de aire (Nike Zoom) en la zona del talón, mientras que la amortiguación en la zona delantera se deja en exclusiva a la espuma Cushlon. Con las modificaciones, la amortiguación sigue siendo buena y se ha ganado en ligereza en unos 20 gramos.

Como no puede ser de otra forma, al día siguiente probé las nuevas zapatillas. Ha sido una carrera de 10 kms, condicionada desde el inicio por los problemas de rodilla que arrastro desde hace una semana. Las sensaciones son muy buenas. La amortiguación me parece perfecta y la horma de la zapatilla es de lo más cómodo que he probado. Me siguen pareciendo una gran elección para hacer kilómetros si el peso del corredor es ligero.

Haciendo 10 kms a ritmo de 4:20 la zapatilla funciona a la perfección. Quizá me han parecido un poco pesadas; estoy seguro que está condicionado porque venía de las NB 750 que son mucho más ligeras (para un número 43, las 750 dan 260 gramos por los 290 que pesan las Pegasus). No obstante estoy seguro que para hacer kilómetros es una apuesta más segura.

lunes, 1 de abril de 2013

Plan Maratón (semana 12)

Siendo una semana de relativo descanso, según mi planificación, voy a tomarme más descanso aún, y correr menos kilómetros para no castigar mi maltrecha rodilla derecha. No bajaré a correr hasta el jueves.

Jueves; corro 13kms por Puerto Castilla. Los primeros 10 kms las sensaciones son inmejorables, los días de descanso me han sentado muy bien y me encuentro con buenas piernas. Tengo que ir vigilando el ritmo para no lanzarme demasiado rápido. A partir del kilómetro 11 me empieza a doler la rodilla derecha y paso 2 últimos kilómetros penosos arrastrándome para llegar a casa. Aún así, al final termino a 4:33 el kilómetro.

Sábado; vuelvo a intentarlo, esta vez salgo con Nacho a trotar por Puerto Castilla. La idea es hacer 10 kms con Nacho y otros 4 kms más yo solo a un ritmo más vivo. Trotamos a un ritmo bastante tranquilo, pero nuevamente a partir del kilómetro 10 la rodilla vuelve a castigarme. Decido no hacer los 14 kms que tenía previstos y me paro a la vez que Nacho. Finalmente 12 kms a 5:16.

En vista de la semana de fracaso, voy a tener que replantearme lo que me queda de entrenamiento hasta el maratón (4 semanas), porque sino, no voy a poder llegar.