martes, 18 de diciembre de 2012

IX Carrera de Navidad de Cercedilla



Ya llegó la Carrera de Navidad de Cercedilla 2012. Serán 12,5 kms de montaña, con los primeros 6 kms en subida, y una rampa final, por el kilómetro 11, que tiene pinta de reventarnos.

Altimetría

Mapa de la carrera
Este año, es una lucha fratricida entre los 4 hermanos Hernández Redondo.  El nivel de algunos ha subido, y exigirá dar lo mejor de cada uno:

  • Nacho (el mayor): Como siempre llega justo de entrenamiento. En todo 2012 ha debido acumular unos 10 kilómetros de entrenamiento en sus piernas, incluyendo las carreras para coger el tren. Yo apuesto por su segundo puesto sin ninguna duda; como siempre, su legendaria capacidad de sufrimiento (solo superada por Fernando Escartín) hace que mi confianza sea ciega.
  • Angel (es decir yo): Las apuestas en Internet están 1 a 1; 1 euro de premio por cada euro apostado. Nadie ha apostado en contra.
  • Javi (el Primo del Viento): Quizá su físico no sea el más apropiado para este tipo de carreras... su hueco puede que esté más en la velocidad, pero lleva un mes entrenando distancias más largas (cercanas a los 10 kilómetros). Es una incógnita, pero al no conocer estas pruebas, mi apuesta es un honroso 4º puesto (de 4).
  • Miguel (el chiquitín): La juventud está de su lado. Cuenta con 9 años menos que Nacho, y el relevo generacional debe llegar en algún momento. Sin embargo hasta ahora es un caso Bojan, sabemos que explotará pero ese momento no termina de llegar. Este año ha entrenado con la bici, pero… apuesto por su tercer puesto.

Además hay una serie de “participantes”, quiero decir “inscritos”, relacionados con los Hernández Redondo, que creo que es necesario nombrar en mi “lista de la vergüenza” para que el año que viene no flojeen: Virginia (mi cuñada) que después de apuntarnos a todos, se ha rajado por enfermedad; Gonzalo (el cuñado de mi hermano) otra baja por enfermedad, Ulf y su mujer (amigos de Gonzalo) más bajas por enfermedad… Como el Cid Campeador, hemos ganado 4 puestos sin siquiera salir a pelear… Si hay suerte un año de éstos hasta podemos ganar la carrera…

Como otros años quedamos en casa de mis padres en Cercedilla; una hora antes para poder recoger el dorsal… Allí solo estamos Javi y yo por lo que nos vamos a recoger los dorsales de todos. Miguel tiene más sangre fría y llega un poco más tarde; Nacho realmente tiene horchata… llega 15 minutos antes de la salida y vestido de calle…

A esa hora yo ya me he puesto el dorsal y me voy hacia la salida. Mi idea es salir a correr y si salgo detrás del todo no voy a poder hacerlo a gusto con tanta gente; mi nivel no es el de Kenenisa Bekele pero tampoco es para salir al final. Mis hermanos irán después (con esto no quiero decir que su nivel sea del final…, es una forma de hablar)

Consigo encontrar un hueco a unos 10 metros de la salida, y a las 10:30 comienza la carrera.

Salimos de la plaza del ayuntamiento en una ligera bajada. La salida es bastante rápida, y como siempre en 200 metros ya he perdido a la cabeza de carrera. Según mi GPS voy a 3:50 el km, ¿cómo coño va esa gente tan rápido?. Comienzo a adelantar a bastante gente y a unos 500 metros hay una cuesta corta pero mortal. Imagino que mis hijos están al final de la cuesta así que voy mirando… efectivamente allí están. Aunque ya han perdido la fe en mi victoria (en realidad nunca la han tenido) al menos me han visto con buena cara y cerca de los primeros (en 500 metros tampoco me pueden haber sacado tanto tiempo…).

Antes de salir del pueblo me encuentro con unos compañeros del trabajo que están participando en la carrera. Les saludo y les adelanto. Aunque es pronto para decirlo, uno de ellos da impresión de ir bastante fresco; le anticipo que es posible que nos veamos luego en alguna cuesta…

Salimos del pueblo por una pista forestal. Muy buena idea que los primeros kilómetros sean por pistas anchas para que poco a poco nos vayamos colocando en nuestro sitio. Voy con un ritmo rápido pero sin excesos, la cuesta que anuncian para el kilómetro 11 me da bastante respeto.

Sobre el kilómetro 4 y después de 2 kms de cuestas, me vuelven los mismos pensamientos de siempre… ¿qué coño hago sufriendo aquí? y eso que sigo adelantando gente y moralmente ayuda (algún corredor también me pasa, tampoco vamos a falsear la crónica por quedar bien).

Llegado al kilómetro 5 la pista forestal tiene unos 200 metros con unas cuestas de cagarse. Algunos corredores deciden andar unos metros, pero tengo claro que es preferible trotar despacio antes que andar. De este modo adelanto a varios corredores mientras pienso en alguno de mis hermanos… aquí lo van a pasar regular (tampoco es que yo lo esté disfrutando) 

En ese momento me adelanta uno de los compañeros que adelanté antes. Efectivamente mi impresión inicial era buena, está bastante fresco. Me quedo como a unos 100 metros de él porque intentar aguantar su ritmo puede que hipoteque el resto de la carrera.

Por fin, kilómetro 6 y se terminan las cuestas. Joder que matada más tonta llevo encima. Ahora comienza la cuesta abajo, al principio por una pista forestal hasta que llegamos al avituallamiento líquido. Hay una minirampa que hay que saltar antes y donde casi me dejo los dientes. No cojo agua. Nunca lo hago en estas distancias.

En seguida nos metemos por senderos en los que como siempre, este año no hay novedad, comienzan los adelantamientos… me empieza a pasar todo el mundo en la bajada. Intento facilitar en lo posible los adelantamientos y fuerzo mi ritmo para no perder demasiado. Gracias a esto casi me doy un par de hostias con algún árbol. Me estoy acercando a mi compañero de trabajo y tras un rato “a rueda”… LO ADELANTO (escribo esto con manos temblorosas y aún se me llenan los ojos de lágrimas recordándolo…) Joder HE ADELANTADO A UN TÍO EN BAJADA, es la primera vez que lo consigo en todas mis participaciones. Claramente mi compañero y yo somos corredores de asfalto.

Sigo avanzando y se acerca la cuesta infernal, 300 metros al 17%; baja un riachuelo por la cuesta que además tiene algunas piedras. Voy trotando, no quiero ponerme a andar, y gracias a eso adelanto a algunos corredores que me han dejado atrás en la bajada. Una vez pasado este pequeño infierno, ya todo es una cómoda bajada hasta Cercedilla.

Finalmente 12 kms y 400 metros en 59 minutos 11 segundos. Puesto 84 de la general. Medio minuto después llega mi compañero de trabajo. Comento rápidamente con él la bajada; para él también ha sido un pequeño sufrimiento… Ahora a ver cómo llega el resto:

  • Nacho: 1h 18m 39s (mi asombro no tiene límites)
  • Miguel: 1h 25m 14s (honroso)
  • Javi: 1h 29m 15s (nadie daba un euro por semejante marca)
Nacho, como si nada hubiese pasado.


De naranja, Miguelito. Siempre de celebración.
Javi, de naranja. Prueba superada.
Habría acertado en la casa de apuestas… enhorabuena a todos.

Finalmente, como todos los años, las carreras de niños. Los pobres han aguantado estoicamente con unas ganas de correr que no se tienen. Les ponemos el dorsal, gran momento de emoción, y comienzan sus carreras que por resumir:

  • Entre 0 y 3 años: Mi sobrina María, demostrando su competitividad, se lanza por la calle empedrada de la mano de mi cuñada. Dudo que mi querida cuñada hubiese podido tener más ritmo de ir sola... :-). Buena carrera de unos pocos de metros.
  • 4 y 5 años: Mi sobrina Sofía trota por la calle disfrutando del paisaje… No parece tener ese espíritu competitivo de la hermana; eso, o es que sabe que todos los participantes se llevan medalla…
  • 6 y 7 años: Mis dos hijos, Ana y Javi, participan en esta carrera que ya es una vuelta a la manzana. Se posicionan un poco mal… y salen disparados, hay una caída que Javi consigue esquivar de milagro; después de un rato aparecen tras dar la vuelta a la manzana. Según mi hijo, han quedado entre los 5 primeros… no sé por ahí andará, pero han recuperado muchos puestos.
Ana, Sofía, Javi y María con el trofeo.

Muchas gracias a los organizadores del evento. Como siempre una buena carrera. No muy técnica, gracias a Dios, porque si no me mataría en el descenso y muy agradable de correr por la sierra. Y agradecer también las carreras de niños, a ver si cunde el ejemplo que para los críos es muy emocionante.

Una vez superado este escollo… ¡a por la San Silvestre Vallecana!

Para acabar aquellos participantes que consideren que no he sido justo con mi "crónica parcial", y que mi visión me deja a mí como Filípides y al resto no… pueden mostrar su disconformidad añadiendo sus comentarios :-)

jueves, 29 de noviembre de 2012

Nueva compra: New Balance 750 v1


Encontré una oferta. In extremis he localizado unas New Balance 750 con colores chillones a 54,95 euros… Tampoco es que sea la mejor oferta de mi vida, pero unido a la necesidad de compra, ha sido suficiente.


Hoy, primera salida con ellas. Según me las he puesto me doy cuenta de que son bastante más ligeras que las NB 730 que acabo de fundir (unos 30 gramos cada una, no parece mucho pero es un 10% menos). La lengüeta, el cordaje, el forro, menos altas… todo es más ligero y en apariencia (y espero que solo en apariencia) menos duradero.

La amortiguación, para alguien que llega de milagro a los 60 kgs como es mi caso, es más que suficiente. A pesar de ser un fiel seguidor de NB, tampoco es que tenga a esta marca como el paradigma de la amortiguación, pero me parece razonable.

Eso sí, la comodidad de la horma, como siempre en NB, perfecta. Amplia, con una plantilla bastante plana y que no produce incómodos micro-roces en la planta del pié que acaban por matarte.

Como he dicho, hoy primer entrenamiento de 8 kms a 4:22 el km. Las sensaciones iniciales buenas, pero el tiempo dirá si tengo que escribir otra entrada poniéndolas a caldo… quien sabe, lo mismo después de la tirada larga que tengo planificada para este domingo…

Por cierto, eso de que el forro sea más ligero está muy bien, pero joder que frío he pasado en los pies esta mañana (6:30 y unos 3ºC). Supongo que en verano me vendrá bien tanta transpiración, pero hoy por hoy… primera pega.

02/12/2012 Tirada larga
Después de la tirada larga de este domingo (21 kms por la Casa de Campo de Madrid), las sensaciones siguen siendo buenas. Como decía muy ligeras y cómodas. La principal pega es que la amortiguación me parece mejorable; como peso poco no creo que sea un gran problema, pero para corredores más pesados, tengo mis dudas.

Pues nada, ahora solo queda ver su durabilidad, pero hasta dentro de unos meses no lo sabre...

lunes, 26 de noviembre de 2012

New Balance 730

Por fin me he decidido a jubilar mis NB 730. Con esto de la crisis, nuestro yo más rata aparece y las he estado estirando lo más que he podido, pero los kilómetros no pasan en balde:

 

A pesar de lo que pueda parecer por las fotos, el rendimiento ha sido impecable; han sufrido, bueno he sufrido yo con ellas, 1.243 kms. Como siempre, la durabilidad de las New Balance, de sobresaliente.

Ahora, como el momento rata aún no me ha pasado, rescataré unas Asics que tengo con unos 800 kms, y voy a pulirlas mientras espero tranquilamente el momento de encontrar una oferta... Y es que o yo estoy loco o lo está el mundo en general, pero ¿cómo pueden costar 120 o 140 euros unas zapatillas para entrenamiento? O como se decía hasta hace poco tiempo 20.000 o 23.000 de las antiguas pesetas!!!!. Tanto nivel tampoco tengo.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Ruta Imperial (MTB)

Por fin saco un rato para escribir la crónica de la Ruta Imperial. Después de varios días espero poder recordar los principales detalles, aunque sinceramente muchos de ellos se me olvidaron nada mas terminar, y otros con la matada que llevaba encima no llegaron siquiera a quedar en la memoria de corto plazo.

Antes de nada, esta ruta me ha servido para comprobar dos cosas:

  1. Tener fondo y piernas de corredor no es lo mismo que fondo y piernas de ciclista. Mi visión simplista de que como en los dos deportes se utilizan las piernas, con correr voy sobrado, ha quedado desmontada en estos 70 kms.
  2. Cuando los organizadores ponen "nivel técnico alto", es por algo no porque sea una frase hecha.


Para que os hagáis una idea del perfil y del recorrido.

Sobre la ruta, a las 8:30 estaba en San Lorenzo de El Escorial preparado para recoger mi dorsal, ese dorsal de color verde que diferenciaba la ruta "expertos" de 70 kms de las otras dos: 15 y 45 kms. Veo a mi alrededor diferentes tipologías de corredores con ese color verde, algunos con pinta de expertos y otros con menos pinta de ello... supongo que el resto de corredores me ven e incluyen en la segunda categoría; mi culote corto a pesar del frío, mis piernas con pelos, mi ropa de runner y mi bici B-Pro (entre los carbonos y aluminios high-quality que se ven en la salida) me delatan.

Mi compañero Tejera, su sobrino Raúl y yo nos plantamos en la salida unos 15 minutos antes de la hora (9:30). Tenemos una posición razonable dentro del "pelotón"; todos tenemos claro que es una ruta no competitiva, pero igualmente tenemos claro que eso solo vale cuando vas roto y lo puedes utilizar a tu favor; hasta ese momento todos intentamos ir lo más rápido posible. Es algo que va aparejado al sexo masculino, incluso cuando entrenas procuras adelantar a cualquiera que te cruces poniendo cara de sobrado... lamentable pero cierto, y quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.

Raúl, Tejera y yo, en la "tensa salida" de la prueba "no competitiva"
Es mi primera incursión en una prueba de este estilo, cuando se da la salida, me paso los primeros 200 metros sin meter los pies en los pedales automáticos, cada dos por tres hay algún frenazo y veo una caída en medio del pelotón. Parece ser que el de atrás le ha hecho el afilador. Consigo esquivarlos y comenzamos a subir por las calles de San Lorenzo. Localizo a Tejera, que va como unos 50 metros por delante y voy a por él (lo sé, es no competitiva...). Raúl debe ir unos metros por detrás, pero con tantos ciclistas, como mire para atrás, pico suelo fijo.

Cojo a Tejera y comenzamos a subir el monte Abantos. Por ahora perfecto, esto es lo mío, carretera y una subida con rampas razonables. Sobrado (ya lo pagaré mas adelante). En una curva vemos a Raúl, su ritmo subiendo es un poco más lento, asi que seguimos nosotros. Adelantamos a algunos ciclistas y nos adelantan otros, pero en términos netos la sensación que tengo es de ir adelantando ciclistas. Bien, está claro, mi fondo de runner me va a permitir salvar el día con honra (error de principiante como he dicho antes).

A media subida (aprox. kilómetro 6 o 7) las conversaciones se reducen drásticamente, ya no hay demasiadas bromas en el pelotón, la gente prefiere resoplar a hablar... joder con Abantos... Las últimas rampas son bastante serias pero las salvamos bastante bien. Aún el pelotón no se ha estirado del todo, y hay que seguir teniendo cuidado con no chocar. En el último kilometro las rampas suavizan bastante, pero el aire de la cima no hace cómodo el falso llano.

Por fín, hemos llegado a Abantos. El punto más alto del recorrido. Ahora nos esperan unos 10 kilómetros de descenso que van a pasar volando... que gran mentira. El descenso se va a convertir en un infierno. Nos lanzamos por un sendero/camino lleno de piedras grandes y de todo tipo (que incluye a las de picos... vamos de las que acojonan). En este punto de la narración, y para no ser injusto con Tejera voy a dejar de usar el plural... él se lanza por el camino, mientras que yo me arrastro... Pierdo de vista a Tejera, solo ha necesitado unos 200 metros para desaparecer. Él baja como un tiro, mientras que mi ya legendaria torpeza bajando en las carreras a pie por montaña, alcanza tintes épicos cuando es sobre una bicicleta. No hago más que escuchar "izquierda", "derecha", y me pasan corredores por ambos lados. Solo quedó que me pasaran por encima. A Tejera por supuesto no le vuelvo a ver hasta el avituallamiento sólido del kilómetro 30.

Voy dándolo todo, me lanzo a lo kamikaze (eso es lo que tengo en mi cabeza), pero teniendo en cuenta que me pasó todo el mundo visto desde fuera el patetismo del descenso debió de ser importante. Por fin, después de unos kilómetros de infierno en los que rozo la hostia varias veces, y en los que me duelen las manos como si me las estuvieran pisando, llegamos a una carretera. Avituallamiento líquido en el que no paro. Tengo agua de sobra. Hace una rasca que como para beber estoy...

Empiezo a tener claro que el nivel técnico no es el mío. Llevamos 20 kms y estoy un poquito hasta los coj... de mi bici. Bueno, no de mi bici, mi quemazón es con las piedras...

Bajamos unos metros y nos metemos por unos senderos de nivel técnico medio, que llanean un poco y que... atraviesan varios riachuelos de varios metros de ancho y con hasta 50 cms aproximadamente de profundidad.

Me paro en el primero de ellos. No se ve el fondo, no sé si cubre mucho o si hay piedras. Me chillan: "voy" y veo a un par de corredores que lo cruzan. Allá que voy. Me meto en el riachuelo, y a medio camino tengo que poner el pié en el suelo para no caerme. Cojonudo, ya tengo el pié entero calado y, por cierto, el agua está "fresca". Menos mal, al menos he salvado el riachuelo... error, aún quedan como dos o tres más. Estos los paso sin problemas, pero ya tengo los dos pies empapados.

Mi nivel de "hasta las pelotas" está subiendo rápidamente. Sube más rápido este nivel que la velocidad a la que descienden los kilómetros. Este es el primer momento en que me planteo que coño hago aquí. Voy solo, por caminos por los que no pasaría nunca y mojado. Buen domingo, sin duda.

Llaneamos por unos senderos con alto nivel técnico. Como no puede ser de otra forma, pico suelo dos veces. Gracias a Dios la velocidad es tan lenta que simplemente caigo como un saco de patatas de lado, por eso los daños son mínimos. Tengo que andar algunos metros porque me veo incapaz de pasar por ahí con la bici.

Cogemos un rápido tramo de carretera y luego una especie de pista. Esto sería lo mío, pero estoy ya un poco quemado... Al rato llego al avituallamiento del kilómetro 30. Tejera ya está allí desde hace un rato. Cojo algo de comida y me siento en el suelo a comerme mis productos "energéticos", unas galletas Oreo. Vamos a esperar a Raúl. Llegan montones de corredores, algunos bastante rotos... joder, aún nos quedan 40 kms. Como sean de este estilo...

En el avituallamiento. Como véis, devorando mis Oreo.
Como unos 25 minutos después llega Raúl. No tiene muy buena cara, pero tiene una determinación acojonante. No piensa en retirarse (este punto es de no retorno, retirarse después es más complicado). Va a seguir. Nosotros nos vamos ya porque estamos helados; estoy tiritando como un niño, hace años que no recuerdo tiritar así, pero el sudor, el frío y el parón no ayudan.

Nada más salir del avituallamiento, rampitas de subida de regalo y luego un rápido descenso con una especie de rizo en mitad de la bajada que ocasiona que el ciclista que va entre Tejera y yo se pegue una buena hostia. Sin saberlo, este "héroe" me ha salvado a mí de una hostia igual. Gracias a que veo que se cae, freno en seco y paso el rizo andando. Pregunto que tal está, y me comenta que bien, que siga que no le pasa nada. Así lo hago y veo un par de ciclistas que han picado suelo en este mismo sitio y que se han debido hacer daño porque ya no montan sino que arrastran la bici andando.

En una subida, gracias a Dios sin piedras.
Cojo a Tejera que me espera. Esto va a ser la tónica general hasta el siguiente avituallamiento (kilómetro 50) cada vez que el camino desciende o se vuelve medianamente técnico. Joder, con lo torpe que soy yo y mi compañero controla la bici de flipar... ¿será porque su bici es una Trek de carbono?... (no, esto solo vale para consolarme yo)

Pasamos por varios tramos con subidas muy pronunciadas en las que arrastramos la bici mientras subimos andando... ¿esto es ciclismo? Parece ser que sí, pero hace que me plantee que sentido tiene esto de arrastrar penosamente una bici en una cuesta arriba que haces... ¡andando!

Así llegamos al segundo avituallamiento. Nos lo tomamos con calma. Cojo una barrita energética, medio plátano y un poco de fuet. 10 minutos de descanso y seguimos. Son las 14:00 horas, nos quedan 20 kms, tengo unas entradas para ir al cine a las 18:00 con mis hijos y mi mujer me espera en Madrid para comer... la ruta se me ha ido de las manos.

Salimos del avituallamiento y... joder que cuesta. Unos 3 o 4 kilómetros de subida que me matan. Tejera sube mejor y, a su ritmo, se empieza a marchar. Yo llevo al "hombre del mazo" en mi espalda. Que bajón me acaba de dar. A media subida empiezo a encontrarme mejor. Deber ser que el avituallamiento empieza a entrar en el cuerpo. Me recupero y empiezo a encontrar mi ritmo cómodo... bueno cómodo, cómodo es el sillón de casa; quería decir que me recupero y punto.

Vamos por una pista, que hace que los kilómetros pasen más rápido. Quitando algún sendero de bajada o subida técnicos, que hacen que siga cagándome en todo, el resto es razonable.

Llego a la zona de la Silla de Felipe II en el Escorial, perfecto, ya veo el monasterio a lo lejos. Queda poco, pero a mi GPS se le acaba la batería, cojonudo, ahora ya no sé lo que queda. Además, pasamos por zonas muy técnicas con roca madre, que me las ando casi al completo con mis zapatillas de ciclismo con suela dura... Estoy hasta las narices de piedras y a estas alturas de ruta ya no pienso caerme.

Por fin, llego a San Lorenzo. Tejera lleva un rato en la meta. 4 horas y media dando pedales. Bastante satisfecho: conmigo por haberlo conseguido, y con la bici por haber llegado entera...

Prueba superada.
A pesar de todo, el año que viene, si puedo, repetiré. Hay que mejorar la técnica, pero ¿que sería de nosotros si no nos ilusionásemos de vez en cuando con chorradas de este tipo?

Por cierto, finalmente, después de hacer la ruta, por su distancia, perfil técnico, desnivel y porque necesitas "rascar" una mañana entera de un domingo (teniendo dos hijos), claramente esta salida en MTB voy a incluirla entre mis "desafíos extremos".

lunes, 22 de octubre de 2012

Ruta Imperial MTB (test previo)

Este domingo me he dado una vuelta por la Casa de Campo de Madrid para ver que sensaciones tengo de cara a la ruta de 70 kms de este domingo. Las sensaciones son más bien regulares.

Antes de este domingo pensaba, "si llueve durante la ruta, no pasa nada, más épico", ahora, después de probar el terreno mojado de la Casa de Campo, que parece que en vez de agua había caído pegamento porque las ruedas se movían con una pesadez alucinante, creo que prefiero en seco... Bastante justo voy como para encima rodar en mojado...

Solo han sido 40 kms, pero suficientes para acabar un "poquito" harto de mi "querida" bici. Supongo que también incluyen los 18 kms de carrera continua que hice el sábado, que me dejaron "cansadete" para el domingo. Más me vale, porque sino, el domingo en El Escorial voy a pasarlo regular...

Ya lo contare... si me quedan fuerzas.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Maratón de Madrid 2013

Como las personas nunca aprendemos y siempre tropezamos con la misma piedra, después del fracaso (lesión) previo al maratón de Madrid 2012, he decidido volver a intentarlo este año. No quiero ceder al reto de bajar de las tres horas; los años corren en contra pero aún me quedan unos cuantos para seguir probando esta cabezotada...

Antes de empezar con el plan de preparación de 16 semanas, voy a ir acumulando kilómetros con un plan de 16 semanas para medio maratón con objetivo de 1h24m. Espero hacer una base sólida con este plan para afrontar el plan del maratón.

Aquí dejo el enlace al plan seguido: Plan Maraton 3 horas

Hay dos pestañas, la primera (pretemporada) es la preparación para la media y la segunda (temporada) es la del maratón. Incluyo la tabla con el plan y luego la voy a ir completando con lo que puedo realizar.

lunes, 15 de octubre de 2012

Ruta Imperial 2012 (MTB)



En un arrebato de locura transitoria, o eso espero, me he apuntado a una marcha de MTB, el 28 de octubre, en El Escorial: la Ruta Imperial. Como hay diferentes categorías: 15, 45 o 70 kms, es posible elegir la que mejor se adapta a mis condiciones… claramente no he tenido en cuenta eso, porque me he apuntado a la de 70kms.

He sido abducido por un compañero de trabajo que me ha incitado a apuntarme, y claro, cercano a los 40 años y sin posibilidad de escapar por la vía de comprarme una moto porque no tengo carnet para ello, he decidido hacer una, seguramente para muchos, absurda prueba de… poca cabeza.

Según la organización la exigencia de la carrera es de alto nivel físico y alto nivel técnico. Como la ignorancia es muy atrevida he pensado… un maratón también es alto nivel físico (y ya llevo varios) y por otro lado mi nivel técnico no siendo alto tampoco es de los que requiera ruedines (y si lo veo jodido, pues andando). Además ya he hecho un par de rutas de 60 kms por la sierra de Madrid, así que… habrá que probarlo. Por cierto, recuerdo con “cariño” en esas marchas los calambres en el vasto interno…

Esta entrada de optimismo en el blog, por supuesto tendrá una continuación. Escribiré otra entrada narrando la ruta; en esa se verá si fue un acierto o “una absurda prueba de poca cabeza”.

To be continued…

viernes, 29 de junio de 2012

Sorpresa en la Casa de Campo de Madrid


Aunque seguramente se trata de una entrada de urbanita total, esta mañana mientras entrenaba por la Casa de Campo de Madrid a las 7:00 de la mañana, me he llevado una sorpresa inesperada… un escorpión de unos 8-9 centímetros en medio de una de sus múltiples pistas.

Después de varios años corriendo por la Casa de Campo y pateando casi todas sus pistas y caminos, es la primera vez que me encuentro con uno, y no he podido resistir la tentación de pararme a verlo. El animal estaba vivo aunque un poco atontado y ahí lo he dejado, esperando que el resto de gente lo respete.

Mirando por Internet he visto que se trata de un Buthus occitanus (escorpión común o amarillo), común en la península ibérica pero que choca verlo en medio de Madrid.

martes, 26 de junio de 2012

XI Medio Maraton San Lorenzo de El Escorial (2012)


Sin duda, una de las pruebas más esperadas del año en el calendario internacional, quiero decir, en mi calendario, es el Medio Maratón de San Lorenzo de El Escorial, en la Comunidad de Madrid.

No se trata de una prueba con gran tirón mediático, pero que cuando corres por primera vez te das cuenta de que es de las carreras que merece la pena correr. El ambiente es perfecto, diría que familiar, muy alejado de las masificadas carreras populares de la ciudad de Madrid. Se nota en todo momento el cariño que ponen los organizadores (la Agrupación Deportiva San Lorenzo).

Esta edición me plantea dudas, el lunes anterior he tenido que ir al hospital con una inflamación en el epigastrio, parece ser que por ansiedad, y no sé cómo voy a pasar la prueba… bueno es igual, dejemos esto aparcado.

A las 8:30 de la mañana me presento en San Lorenzo, hay que recoger el dorsal. La operación es un éxito, en 5 minutos lo tengo todo listo y me vuelvo a mi coche, aparcado a escasos 50 metros de la salida para colocarme correctamente mi dorsal número 465. Para los que hemos corrido carreras por Madrid, esto es un auténtico lujo.

En previsión de que no hubiera imperdibles, me he traído los míos de casa. Soy un auténtico maniático y el dorsal tiene que estar perfectamente colocado con sus 4 imperdibles en cada esquina. Mientras me afano en la operación veo pasar el coche de mis padres que vienen a ver la carrera, son unos incondicionales, a pesar de no haber visto nunca una victoria no suelen fallar a esta prueba. Hoy tampoco será el día, y claramente no lo será nunca, pero la carrera y su ambiente les gustan.

La hora se acerca y me cobijo con mis padres bajo unos árboles. El sol aprieta. Hoy la subida a Abantos va a hacer estragos.

A falta de 10 minutos me posiciono cerca de la salida. El número máximo de participantes es de 500, y se nota. No hay las típicas masificaciones en la salida, y solo tardo 5 segundos desde la salida oficial hasta que paso por las alfombrillas de control. Se acabaron los nervios, comienza la carrera y ya solo queda hacerlo lo mejor que se pueda.

Arranco bastante rápido, y en los primeros metros adelanto a mucha gente. Las calles son razonablemente anchas (teniendo en cuenta la participación), y en 500 metros nos enfrentamos con una cuesta pronunciada, que hace la primera selección. Sé que tras 1.500 metros volvemos a pasar al lado de la salida, así que acelero y pongo buena cara, como de ir “sobrao”; ya que mis padres han venido a verme, al menos que me vean con buena planta… o con mi mejor planta!!

Salimos a la carretera que va hacia el Valle de los Caídos. Pica ligeramente hacia arriba, pero como estamos frescos no lo notamos. Estoy temeroso de Abantos. El ritmo está cercano a los 4:00 min/km.

Kilómetro 3, nos desviamos a la izquierda y comienza la subida. Las primeras rampas se agarran a las piernas. Vamos subiendo entre pinos, y para el kilómetro 4 la carretera ya está empezando a pasar factura. Paso a un par de corredores, y me quedo detrás de uno que… ¡va corriendo con pantalones piratas de militar! Con el calor que hace no sé como puede llevar ese ritmo y esa ropa.

Salimos del bosquecillo y el sol pica bastante. Adelanto al corredor de los pantalones pirata y sigo subiendo por las curvas de herradura que llevan hasta la cima. En un par de ellas intento ahorrar fuerzas subiendo por el interior de la curva… ¡vaya error! En esa parte de la curva la pendiente es (obviamente) mucho mayor. Bueno, ya he aprendido la lección.

Me pasan un par de corredores. A partir de aquí pasas a un corredor, te pasa otro, vuelves a pasarle, etc. La selección ya está hecha, y los ritmos son muy similares. No hay grupos, pero siempre tienes a los mismos a tiro (aunque nunca les pillas) y te tienen a tiro a ti también.

Llego al kilómetro 7, estoy roto. Tengo la excusa el estómago, pero la verdad es que no me duele… Hay que seguir. Llego al avituallamiento y cojo agua pero solo para refrescarme la boca. No quiero beber porque no sé que tal me va a sentar.

La carretera sigue subiendo ahora más tendida y entre árboles. Se hace más llevadero pero llevo las piernas cuadradas. El ritmo hasta ahora es de 4:50 min/km. Así hasta el kilómetro 9.

Por fin!!! Comienza la bajada. Nos lanzamos cuesta abajo cada vez más rápido para intentar recuperar el tiempo perdido. No es una bajada demasiado placentera porque las piernas ya llevan su castigo y en mi cabeza quedan las rampas del pueblo de San Lorenzo, que recuerdo con miedo de otros años.

Vamos bajando y me pasa un corredor al que dejé atrás en la subida como una flecha. Vaya forma de bajar! Me quedo detrás de él unos 100 metros, pero le voy perdiendo poco a poco. Está claro, mi torpeza en las bajadas ya es legendaria…

En el kilómetro 12,500 nos encontramos con un muro de unos 200 metros, aquí te das cuenta de que lo del descenso era un espejismo. Las piernas están pesadas. Nos anima un grupo de personas e intento devolverles el apoyo con una sonrisa… bueno, no sé si he sido capaz de sonreír… Llevo la boca seca, pero no quiero beber (no sé si es por cabezota o para hacerlo más épico)

Pasado este muro nos adentramos en una zona de chalets individuales con constantes subidas y bajadas. La zona está fenomenal si fuera capaz de disfrutarla, pero noto al hombre del mazo detrás… hay que dosificar.

Si no recuerdo mal, porque la cabeza ha dejado de regirme, sobre el kilómetro 16 llegamos al monasterio de San Lorenzo. Alguien me anima, ¡vas en el puesto 21!. Joder, si eso es cierto estoy en la pomada… bueno no tanto, pero en esos momentos al menos me anima, nunca he llegado tan arriba.

El ritmo es bueno, sobre 4:26 min/km. Lo único que no hace que la felicidad sea total es que yo recuerdo una cuesta infernal de pavés, que tiene que estar al llegar… ¡Ah sí, aquí está! Dios!!!!! es peor de lo que recordaba, ¿pero quién ha aumentado el porcentaje de la cuesta? Claramente no debe ser eso, soy yo el que está roto.

Hay unos chavales tocando, o un coche con música o no sé..., yo solo veo pavés, alguien dando agua (que tampoco cojo), y al corredor que me pasó en la bajada un poco más adelante.

Casi al final de la cuesta adelanto al corredor. Está tan jodido como yo. Ahora se inicia una cuesta abajo, y ya solo quedan 1.500 metros. Miro mi cronómetro, a estas alturas ya tengo claro que voy a hacer mi mejor marca en esta carrera.

Como no puede ser de otra forma, en la bajada final me junto con este corredor. Ya llegamos juntos a la meta. Le comento que baja como una moto y hablamos un momento, no mucho, lo que nos permiten las fuerzas.

A falta de unos 30 metros veo a mis padres animando. Nuevamente mi mejor cara. Que se vea que sigo “sobrao”…

Entro junto con el otro corredor. Finalmente puesto 21 y 1h 28m 31s; mejor en casi 1 minuto y medio mi marca en esta carrera y 10 puestos por delante de ese año. Estoy contento. Es mejor de lo que esperaba, y me he dejado poco en la reserva (por no decir nada)
En azul oscuro, parando el cronómetro (pensaba que ese momento no iba a llegar nunca)

Ahora a disfrutar de mi bien merecido Aquarius, y de un par de cervezas fresquitas que pido para mis sufridos padres a los también sufridos y nunca suficientemente valorados voluntarios de la organización. ¿He dicho ya que el ambiente es inmejorable? Pues eso, muy recomendable.

Y como no, que mejor que decir a mis hijos: papá ha quedado el 20!! (ellos que siempre me ven llegar en medio de todo el pelotón). Todavía tengo a mi hijo pequeo pensando que su padre es como Kenenisa Bekele. Creo que él lo celebra más que yo... El año que viene tengo que llevarlos a verme si es que consigo mantener una forma razonable.