viernes, 13 de abril de 2012

Invernal de El Torreón

Aunque con un poco de retraso, debido al trabajo, los niños y la pereza, que también cuenta y mucho, voy a dejar para la posteridad la crónica de nuestra última salida montañera.

En este caso, nos enfrentamos a un nuevo desafío extremo: ‬la ascensión invernal a El Torreón.‭ ‬Se trata de nuestra primera invernal a esta cima mítica‭; ‬la primera se realizó en otoño.‭

‬Teniendo en cuenta que se trata de una invernal en una cima de casi‭ ‬2.400‭ ‬metros,‭ ‬seleccionamos cuidadosamente el equipo humano que‭ ‬queda conformado‭ ‬por los siguientes únicos candidatos:

  • José Luis Hernández‭; ‬66‭ ‬años de experiencia.‭ ‬Leyenda viva de la Sierra de Gredos y de Béjar. Conocido popularmente como "papá".
  • Miguel Hernández‭; “‬casi guía‭” ‬de montaña.
  • Javier Hernández‭; ‬periodista deportivo.‭ ‬Esperamos que nos brinde una portada en el periódico si la expedición llega a buen puerto, y por eso le traemos.
  • Ángel y Nacho Hernández‭; ‬conocedores del terreno y conocidos al haber aportado la primera‭ “‬otoñal‭” ‬a El Torreón.
  • Leticia Morales‭; ‬esposa de Nacho y antigua montañera,‭ ‬casi retirada,‭ ‬que confía erróneamente en que Nacho no la abandonará en la sierra si las cosas se ponen feas.
Quedamos como siempre en el campamento base avanzado,‭ ‬Puerto Castilla,‭ ‬donde en casa de Nacho y Leticia,‭ ‬a modo de refugio tenemos que instalar las‭ “‬camas‭” (‬o más bien aislantes y sacos‭) ‬en el suelo.‭ ‬Los más jóvenes‭‬,‭ ‬y por tanto entendemos que más resistentes (‬Javi y Miguel‭), dormirán en el suelo.‭ ‬Los demás,‭ ‬nos hemos ganado el derecho a una cama.
Uno de los jóvenes disfrutando del lecho

Hemos quedado en salir pronto,‭ ‬así que hay que acostarse también pronto.‭ ‬Pero todo son nervios,‭ ‬sabemos que la preparación del material es fundamental.‭ ‬Mientras Nacho y Leticia preparan sus crampones,‭ ‬Javi revisa su calzado.‭ ‬Tiene la tremenda duda de si ir con náuticos o con unos zapatos más robustos,‭ ‬de los utilizados para dar un paseo por El Retiro o cualquier otro parque‭… ‬cualquiera de las dos opciones es mala.‭ ¿‬Cómo puede ser que lo más montañero que tengas sean unos zapatos de cordones y suela de goma‭?

Ya tenemos todo el material preparado,‭ ‬exceptuando a Miguel que si va bien equipado,‭ ‬el resto vamos con lo que podemos.‭ ‬Sin guantes,‭ ‬sin gorro,‭ ‬con zapatos de paseo,‭ ‬sin gafas‭ (‬o con unas Ray Ban de calle, o con unas de montaña de la época de Edmund Hillary‭) ‬y en algún caso con un chubasquero de propaganda Fortuna que aunque no patrocina la expedición,‭ ‬no nos queda más remedio que usar.

El día D amanece bueno.‭ ‬Nublado pero sin visos de llover.‭ ‬Así que nos montamos en el coche y sin desayunar salimos hacia la Plataforma.‭ ‬Tendremos que desayunar en el camino,‭ ‬hay que coger fuerzas y pasado el pueblo de Candelario encontramos el sitio para desayunar.‭ ‬Son las‭ ‬8:00‭ ‬y nos tomamos nuestro café con leche y tostada correspondiente.‭ ‬Hasta aquí la excursión va bien‭… ‬la verdad es que para lo que hemos hecho,‭ ‬mucho se nos tenía que retorcer.

Una vez en la plataforma nos equipamos como buenamente podemos.‭ ‬Los ánimos están bastante bien.‭ ‬No creo que haya problemas en llegar al Torreón. Eso sí, en la plataforma hace bastante frío, está todo nevado y no sé si el material es el idóneo (bueno, si lo sé, claramente no es el idóneo)

La ilusión por la excursión se transmite en cualquier gesto...

Como siempre arrancamos la subida hacia El Calvitero.‭ ‬No sé porqué esta vez se me hace más llevadera.‭ ‬En la primera excursión me pareció mucho más agresiva la subida,‭ ‬debe ser que el ritmo inicial era más fuerte; debió ser la típica arrancada de "gallitos" entre Nacho y yo, en la cual todos acabamos rotos pero dignos.

Javi, Leticia y Miguel arrancado la marcha
Miguel, Papá y Nacho en los primeros compases.
La subida se hace a un ritmo tranquilo. No hay excesiva prisa y lo importante es llegar al final de la expedición. La nieve está bastante blanda y no es muy profunda, así que podemos avanzar muy bien, sin resbalarnos ni hundirnos. Incluso el lamentable calzado de Javi parece que funciona razonablemente.

Cuando remontamos la loma del El Calvitero comienza a hacer bastante aire y hace un frío que pela. Decido dejar de lado los bastones y guardar las manos en los bolsillos.

La equipación casi recuerda a la de Scott en la Antártida...

El Calvitero helado.
En la cima de El Calvitero

En 1 hora y 50 minutos alcanzamos la cima de El Calvitero. La moral sigue alta.Hemos alcanzado el primer punto sin apenas despeinarnos. Tengo las manos que no las siento del frío que hace y me cuesta hasta apretar el botón de la cámara, pero estos momentos hay que inmortalizarlos.
Papá en El Calvitero

Sin apenas respiro, nos "lanzamos" hacia El Canchal de la Ceja. Es otro de los puntos calientes de la jornada. La máxima altura de Salamanca no nos asusta y a pesar el frío y de la niebla, el grupo de domingueros salmantino-madrileños se lanza a por ella.

La nieve continua en buen estado y podemos avanzar por ella sin hundirnos, sin resbalarnos y si mojarnos. 2 horas y media después de salir culminamos con éxito nuestra segunda cima. Foto de rigor, y corriendo a por la tercera y última. No nos podemos relajar, sabemos que el objetivo está cerca, pero a estas alturas, los cambios de tiempo en el crudo invierno salmantino puede dar al traste con toda la expedición...

A medio camino hacia El Torreón nos cruzamos con un grupo de montañeros. Nos mira con cara un poco extrañada, seguro que piensan "¿de dónde se han escapado estos tíos?"

La tensión se masca en el ambiente
Nacho y yo sabemos que aún queda la cadena. Esa que nos permitió en la excursión anterior hacernos unas fotos y vacilar un poco como en un campamento de verano. No tenemos claro que tal estará, pero esperemos que nos deje llegar al final.


Y más tensión...

Al acercarnos vemos que la cadena está medio helada. Tenemos las manos muy frías y hay que añadirle que las rocas tienen bastante hielo, lo quenos va a dificultar la bajada. Papá está convencido de bajar, Javi no mucho, de hecho en un primer momento comenta que no pasa, que se queda esperándonos. Le convencemos de seguir. Está la meta tan cerca que hay que intentarlo.

Y merece la pena... sin duda los mejores momentos de la excursión. Caras de miedo, gente colgando como chorizos de la cadena (uno de ellos el redactor de este texto), torpeza máxima en cada paso y al final... prueba conseguida, Hemos pasado todos.

Nos acercamos a El Torreón y en casi 4 horas llegamos a la cima.
Por fin en la cima de El Torreón.
Volvemos a la cadena. La subimos con la misma agilidad felina que hemos empleado en su bajada. Y una vez arriba, damos buena cuenta de nuestro hornazo salmantino. Aún estamos en Cáceres, pero no podemos aguantar a comerlo en Salamanca. Hay hambre entre las tropas.
Uno de los pocos momentos en los que se abrió el día.
Y la vuelta por el mismo camino... Ah, no, que esta vez decidimos innovar. Llegados a la loma de El Canchal de la Ceja vemos que las caras de mi padre y Javi no son las mismas que antes. Se ven gestos de cansancio así que nos vamos a ahorrar la subida a El Calvitero y lo vamos a bordear por su cara norte, asi llegaremos antes al aparcamiento...

Si alguien ha llegado hasta aquí le prevengo, nunca lo hagáis. Os perderéis seguro y vais a tardar en llegar más de lo que esperáis.

Comenzamos siguiendo unos hitos que van por la cara norte, pero pasados unos 15 minutos, se pierden. Y nosotros también. Cada cierto tiempo vuelven a aparecer los hitos, pero el camino es prácticamente inexistente.

Acabamos en una loma llena de piornos que nos llegan por la cintura y que hacen que el avance sea penoso. Tenemos que luchar con ellos y las fuerzas de algunos miembros ya están muy minadas. Lo que planteamos como un intento de ahorrar energías a los que a no las tenían acaba con la gente avanzando lentamente entre los piornos.

Demasiados piornos para nosotros...


Las caras de algunos miembros de la expedición son bastante expresivas. Acaban de caerles unos 30 años más encima. La ilusión inicial da paso a unos pensamientos mas grises... "joder, porqué nos habremos salido del camino", "¿pero éstos no conocían la ruta?"

Finalmente llegamos a encontrar el camino. Llegamos con retraso y casi llegando a los coches, mi padre tiene que cambiarse las botas. Le están destrozando los pies, pero ya casi estamos en la plataforma.

A las 17:40 horas acabamos la expedición. Han sido unas 8 horas de marcha casi ininterrumpida y estamos cansados, pero... ¡¡desafío conseguido!!!

Ahora a disfrutar de las anécdotas y a pensar en el siguiente desafío.

1 comentario:

  1. "Llegados a la loma de El Canchal de la Ceja vemos que las caras de mi padre y Javi no son las mismas que antes. Se ven gestos de cansancio así que nos vamos a ahorrar la subida a El Calvitero"

    Brillante, pero tendencioso relato.

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