Pues otro año más hemos corrido la Carrera de Navidad de Cercedilla. Vaya recorrido guapo nos han preparado los de la organización. Para gente tan patosa como yo, quizá con bajadas demasiado técnicas, aunque supongo que para los acostumbrados a carreras de montaña esto no es “técnico”, pero a mí las bajadas tan pronunciadas y por llamarlas de alguna forma “off road” me dejan roto.
El día amaneció en Madrid con lluvia. Me planteo si subo con los niños a Cercedilla o si me voy yo solo. La verdad es que me da bastante rabia porque en Cercedilla tienen la buena costumbre de hacer carreras para niños (no competitivas) una vez finalizada la carrera de los padres. A ver si el resto de organizadores toman nota, sobre todo en los 10K que es más sencillo, porque ayuda mucho a que los chavales disfruten de la misma afición que los padres.
Finalmente, decidimos subir todos. Buena decisión, porque el día abre rápidamente y sale el sol, de modo que al final de la mañana pasamos hasta calor.
A las 9:00 ya estamos en Cercedilla, y me paso a por el dorsal. Ya se empieza a notar el ambiente; madre mía cómo está el pueblo de gente. Tengo la gran suerte de tener casa en Cercedilla, así que subo a cambiarme y rápidamente a las 10:00 me voy hacia la salida. Normalmente siempre llego demasiado apurado de tiempo y me toca ponerme al final, y en los primeros kilómetros me dejo los pulmones intentando adelantar gente porque cuando luego empiezan los senderos en la sierra, es mucho más complicado.
Bien, este año me he conseguido poner a unos tres metros de la salida. Poco a poco sigue llegando gente y ya no podemos ni mover los brazos. Por Dios, ¡que den la salida ya!.
10:30, salimos y comenzamos la carrera por las calles del pueblo. Casi 2.000 participantes nos lanzamos otro año más a la sierra.
A los 500 metros, la primera cuesta exigente, la del bar del Jabalí. Empezamos a resoplar y al mirar para arriba de la calle… ¿pero de dónde ha salido tanta gente? ¿no estaba colocado entre los primeros? ¿cuándo me han adelantado todos esos? Bueno, empiezo a remontar posiciones.
Después de poco más de un kilómetro dejamos las calles del pueblo y comenzamos a subir por una pista de tierra. Los primeros 5K son prácticamente de subida y puedo adelantar varias posiciones. Sobre todo en las cuestas que tiene la pista, porque luego hay unos cuantos metros de subida por un sendero, que más que adelantar hay que subirlo casi con arnés (bueno, quizá he exagerado un poco)
Altimetría |
O eso pensaba, porque ahora llega el descenso, que si bien es más rápido, veo que es muuuucho más rápido para el resto. Varios de los que adelanto en la subida los veo ahora pasarme en la bajada. ¿Pero cómo bajan así? Claramente es porque soy un miedoso, patoso o lo que sea, pero sin duda las bajadas no son lo mío.
Eso sí, la bajada la hacemos por unos sitios alucinantes, cruzando puentes de madera e incluso un riachuelo de unos 4 metros de ancho y 20 cms de profundidad. Joder que fría baja el agua, y cómo pesan las zapatillas en los primeros metros saliendo del río.
Finalmente llegamos al pueblo y recorremos los últimos metros por las calles de Cercedilla. Total del recorrido 11,110 kms, tiempo oficial 52:30, tiempo neto 52:17 (¿cómo puede ser que estando tan cerca de la salida haya necesitado 13 segundos para llegar a la alfombrilla?), clasificado en el puesto 58.
Bueno, estoy contento. Este año he conseguido meterme en un puesto bastante razonable teniendo en cuenta mis limitaciones...
Veo a mis niños con mi mujer esperando en la llegada. Nuevamente explico a los críos que este año no he conseguido ganar, pero claramente ellos ya lo saben… ¡pero papá si siempre te adelantan todos! Tremendo, 4 y 6 años y ya no hay quien los engañe…
Ahora a esperar a mis hermanos, que poco después aparecen por meta.
Mis hermanos Nacho y Miguel y yo mismo disfrutando de las mieles del triunfo... o al menos de la llegada. |
Y una vez finalizada la carrera de mayores… los niños. Mis hijos y sobrinas por fin tienen la recompensa a esperar a sus padres pacientemente. Carrera de algunos metros, unos 100 o así, con dorsal incluido (este detalle les encanta a todos los niños) y medalla por su participación.
Insisto, esto deberían hacerlo más organizadores.