Después del verano y viendo que el
perro de la familia tiene ya unos 10 meses, decidí bajar con él a
correr. De esta forma, y dado que salgo a correr por las mañanas (6
de la mañana), aprovecho y lo sacamos antes de ir a trabajar.
Decido ir con prudencia porque el perro
(un cruce entre cocker y pincher enano) solo pesa 7 kilos y entiendo
que, siendo rápido, su resistencia es limitada.
El lunes bajo con la correa de paseo
extensible (de unos 3 metros) en la mano, y el perro con su
correspondiente arnés. Como no puede ser de otra forma el perro sale
disparado a toda velocidad (que yo no puedo seguir), por lo que
empiezo a correr braceando solo con el brazo izquierdo porque el
derecho lo tengo ocupado con la correa tensa (ya no da más de sí) y
si intento bracear arrastraría al perro. Los primeros kilómetros se
convierten en un infierno, voy a 4:20 min/km sin poder bracear…
demasiado para mí. Menos mal que el perro decide hacer sus
necesidades un par de veces en el primer kilómetro, con lo que me
paro a recogerlo y descanso un ratejo.
Finalmente hago 8 kms a 4:25. Sin
bracear… esto no puede ser. El “jodío” perro ha aguantado 8
kms tirando de la correa a 4:25… No está mal.
Martes. Me he comprado un arnés del
tipo canicross el día anterior. Me ha costado 24 eurazos pero voy a
poder bracear y así evitar el dolor de espalda que ya está
empezando a salir. Lo único malo es que la correa que une el arnés
con el perro tiene 1,20 metros, así que hay que estar atentos por si
el perro decide para a hacer sus necesidades, y evitar pisarlo con la
inercia. Como siempre, el perro sale disparado y en los 2 primeros
kilómetros para un par de veces a hacer sus necesidades; parada a
recogerlo y a seguir… El ritmo nuevamente de 4:20 min/km. Completo
10 kms a ese ritmo. Y el perro sigue tirando…
La correa que va a acabar conmigo... |
Miércoles. Cuando me despierto por la
mañana y voy a la cocina a por el perro ya me está esperando y me
recibe dando saltos… me estoy empezando a acojonar… pensaba que
iba a acabar con el perro (al fin y al cabo es un perro pequeño de 7
kilos) pero se está revelando como un rival temible… y además
tiene una musculatura en las patas traseras que asusta…
Como no puede ser de otra forma, otros
10 kms a 4:20. Y sigue tirando.
Jueves. Menos mal que el viernes
descanso porque tengo las piernas al jerez. Acabo de empezar la
temporada y no estoy para estos trotes… Nueva fiesta del perro al
verme, este cabronazo quiere acabar conmigo.
Misma tónica que otros días, el perro
disparado. Hacemos los 6 primeros kms a 4:20 y decido dar un
escarmiento al animal. Acelero el ritmo hasta 3:50 min/km, pero no
cede un centímetro. Sin embargo después de un par de kilómetros
parece que empieza a ceder y ya no tira tanto de la correa. Es
evidente que está llegando al límite… pues no, es simplemente que
el animal ha reducido el ritmo (no sé por qué, es lo que tiene el no hablar) y vuelve a la carga.
Hacemos los 4 últimos kms a 3:50, con una cuesta de unos 300 metros de subida hasta mi
casa incluida…
El cabronazo me tiene asustado. Voy a
ver qué tal la semana que viene o si éste fin de semana puedo hacer
algún km más por la Casa de Campo a ver qué tal va… aunque
intentaré que vaya suelto, porque atado me va a terminar por
reventar, y empiezo a sospechar que también lo haría con Mo Farah J
No os dejéis engañar por su aspecto... este el el animal que me tiene acojonado |